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La oposición cree que Roldán redujo los controles sobre los fondos reservados

El coronel Joaquín Velasco, jefe de contabilidad de la Guardia Civil hasta marzo de 1987, aseguró ayer ante la comisión del Congreso que en su época se llevaba una contabilidad precisa de los fondos reservados. Los comisionados del PP, Luis Ramallo y Rogelio Baón, creen que Luis Roldán eliminó la mayoría de esos controles tras llegar a la dirección del instituto armado en octubre de 1986. Rosa Aguilar, de IU, sostiene la misma tesis. En cambio, Álvaro Cuesta, del PSOE, opina que el origen del incremento patrimonial de Roldán no está en los fondos reservados, sino en el cobro de presuntas comisiones.

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Velasco comentó a los diputados que, tras la llegada de Roldán y en poco más de dos meses, se gastaron 109 millones de esos fondos para la lucha antiterrorista. Según el coronel, en la caja fuerte en que se guardaba el dinero de las partidas reservadas quedaban 15.000 pesetas tras esos dos meses.Fuentes del Grupo Socialista recalcaron que la declaración de Velasco despertó serios recelos en algunos miembros de la comisión, pues el coronel, hoy en la reserva, no dudó en arremeter contra el nombramiento de un civil, Roldán, para dirigir el instituto armado. Velasco dijo a la comisión que existía una única llave de la citada caja fuerte. Sin embargo, el coronel Rafael Garabito, director del gabinete técnico de la Guardia Civil, que también declaró ayer, confirmó que existen tres llaves, de las que disponen otros tantos coroneles, uno de ellos él mismo. Garabito, con todo, indicó que las órdenes para disponer del dinero las daba Roldán. Este alto mando agregó que más adelante los justificantes del uso de los fondos se destruían cada año.

La jornada de ayer fue extraordinariamente fluida para la comisión Roldán. El Gobierno envió una justificación sobre su negativa a remitir las cuentas y las declaraciones de renta y patrimonio de Roldán, amparándose en que la legislación le impide trasladar esa información fuera del ámbito judicial o para inspección fiscal.

Esta decisión del Gobierno provocó irritación entre la mayoría de los comisionados, salvo los socialistas. Rogelio Baón sugirió que su grupo puede plantearse la continuidad en la comisión.

La corporación bancaria pública Argentaria sí envió ayer los movimientos bancarios de las cuentas de Roldán en ese grupo. Fuentes de la comisión aseguran que este envío ha causado un profundo malestar "entre altos funcionarios de La Moncloa". Medios de la investigación sugieren que no se ve en las cuentas nada muy significativo, como no sea la existencia de cinco créditos de la Caja Postal a Roldán, con garantía personal, por un total de 72 millones.

Por la mañana, cuatro trabajadores de la empresa Sierra Comendador, que trabajó para la Guardia Civil, ratificaron que entregaron talones al testaferro de Roldán, Jorge Esparza, así como su convencimiento de que esos pagos millonarios eran para abonar comisiones por la adjudicación de obras. Uno de estos empleados, Elías Herranz, dijo a los informadores que él mismo había entregado talones a Esparza: "El último que le di fue de 100 millones y he tenido hasta una fotocopia en el bolsillo y cuando me he jubilado la he roto".

Aunque también se conocía el dato, un certificado de Educación confirmó ayer que en el Registro Nacional de títulos oficiales universitarios "no hay constancia de que se haya expedido a don Luis Roldán Ibáñez títulos de ingeniero superior, ingeniero técnico o licenciado en Ciencias Empresariales, ni de que estén pendientes de expedición tras haber sido abonados los derechos correspondientes". Se añade que "no existe título oficial español con la denominación de Master en Economía"

Esto viene a desmontar un castillo de arena que Roldán fabricó y el Gobierno transmitió el 31 de octubre de 1986 cuando en la referencia del Consejo de Ministros que anunciaba su nombramiento se aseguraba que Roldán era "ingeniero. Licenciado en Ciencias Empresariales. Master en Economía".

También compareció ayer Antonio Aranzábal, arquitecto, que admitió que obtuvo proyectos de la Guardia Civil por ser cuñado de Ángel Marco Rubio, beneficiario de otros proyectos. Marco Rubio, a su vez, es socio del arquitecto Miguel Ángel Fernández Ordoyo, esposo de la ex jefa de prensa de Roldán, María Esther Fernández Íñigo.

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