Los serbios desafían a Occidente y causan una nueva matanza en el enclave de Gorazde
Las amenazas de la OTAN no detienen a las fuerzas militares serbias en Bosnia, que prosiguen su mortífero martilleo sobre Gorazde sin decidirse a lanzar el asalto final contra el indefenso enclave de mayoría musulmana. Ayer dos proyectiles disparados por un carro de combate serbio, impactaron de lleno en una clínica de primeros auxilios situada al otro lado del torturado hospital de Gorazde.Un mínimo de 15 pacientes murieron en el acto y otros 20 resultaron heridos. Algunas fuentes aventuraron la cifra de 100 muertos tras los intensos bombardeos de la jornada de ayer.
El primer convoy médico-militar de las Naciones Unidas que partió ayer de Sarajevo en dirección a Gorazde, en Bosnia oriental, fue bloqueado a medio camino por un grupo de mujeres serbias, a la entrada de la localidad de Rogatica. Algunas de las mujeres protestaban los supuestos malos tratos que reciben sus maridos en Gorazde por parte de las fuerzas bosnio-musulmanas, indicó un portavoz de los cascos azules.
El avance de la caravana, compuesta por 141 personas entre cascos azules y personal médico, se topó en sólo 70 kilómetros con toda suerte de obstáculos, como los controles militares, cuya burocracia parecía estar dirigida a impedir que el convoy llegara al enclave antes de la noche del jueves. No es que una manifestación espontánea de civiles serbios bloquean un con, voy humanitario con destino a los musulmanes.
Los serbios acusan a los musulmanes de multiplicar las provocaciones con el fin de impedir el despliegue de los cascos azules. Radio Sarajevo anunció los serbios habían lanzado un ultimátum a los combatientes bosnios y la población civil para que abandonasen inmediatamente la margen derecha del río Drina , que consideran parte de la pretendida Gran Serbia.
El ultimátum es producto del gravísimo error cometido el martes por los negociadores de las Fuerzas de Protección de las Naciones Unidas (Unprofor) en Bosnia-Herzegovina, quienes al redactar el texto del enésimo acuerdo de alto el fuego alcanzado en Pale, se refirieron sólo a la margen izquierda del Drina, dejando la derecho, por omisión, en propiedad serbia.
La guerra, entre tanto, no se detiene en embrollos lingüísticos y prosigue su propia e infernal dinámica. Tanto Unprofor como ACNUR, ambos con personal en el interior de Gorazde, coincidieron en señalar que el miércoles fue el peor día desde el inicio, el 29 de marzo, de la ofensiva lanzada por los serbios. Desde las 11 de la noche del miércoles hasta las tres de la tarde de ayer murieron 47 personas y otras 143 resultaron heridas. La cifra de víctimas desde hace tres semanas asciende a 436 muertos y 1.467 heridos.
La estrategia de los agresores es aparentemente la misma de los últimos días. Tras haber tomado las posiciones circundantes, se limitan a bombardear el centro y a utilizar los carros de combate para incursiones muy concretas dentro del casco urbano. Sin embargo, en los últimos movimientos de las tropas agresoras se entrevé una cierta lógica que indica, según un analista militar del cuartel general de Uriprofor en Zagreb, que los serbios tratan de capturar la totalidad de la margen derecha del Drina. Ese, y no la toma de toda la ciudad, sería el objetivo final.
El hospital y la clínica atacada ayer se encuentran precisamente en esta ambicionada margen, a poco más de 100 metros del frente. Los serbios acusan a los combatientes musulmanes de utilizar el hospital, que aseguran está vacío, para lanzar ataques. Fuentes de ACNUR y Unprofor rechazan por burda esta versión y confirman que el hospital es hospital y está repleto de enfermos, muchos de ellos en grave estado. Entre otros objetivos estratégicos atacados ayer por la artillería serbia se encuentran la mezquita y otro centro de acogida repleto de refugiados.
La decisión de emprender la marcha de un convoy hacia Gorazde partió de los máximos jefes militares de Unprofor en la antigua Yugoslavia y en Bosnia, generales Bertrand de Lapresle y Michael Rose, respectivamente, quienes desean forzar así el cese de las hostilidades. Además, al desplegar los cascos azules entre los combatientes, la OTAN obtiene una razón añadida para justificar un ataque aéreo de mayor envergadura.
El 'modelo Srebrenica'
Si el despliegue de esta fuerza provoca el ansiado alto el fuego, el equipo médico noruego que va en el convoy deberá preparar la evacuación de los heridos más graves, que se realizaría a través de helicópteros de Unprofor. El general de Lapresle desea acudir personalmente a Gorazde, hecho que podría suceder en los próximos días. Lapresle es francés, como Morillon.
El modelo Srebrenica de pacificación planea sobre Gorazde. Allí, Unprofor aceptó desarmar a las víctimas, es decir a los defensores que habían quedado reducidos a un estrecho perímetro, y sacar en camiones a un número de refugiados, complementando, eso sí, humanitariamente, la limpieza étnica iniciada por los serbios. Aunque aquello fue muy criticado, ACNUR afirma que si con ello salva una sola vida lo volverán a repetir.
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