Las meninas ninja

Poseedor de un humor corrosivo que no se ve a primera vista, Lionel Hoche aborda su creación desde una postura que quiere ser transgresora. Es Folie d'Espagne un trabajo de reflexión con estrecho material coreográfico dividido en tres escenas breves que dejan poco margen de maniobra, pero que resultan eficientes; es un boceto de atmósfera muy teatral, fantasiosa. Hoche vuelve a colgar a las bailarinas en efectos de alto riesgo y tanto Katy Arteaga como Catherine Allard estuvieron espléndidas.Ha habido infantas díscolas en todas las familias reales. Aquí parece que la inspiración está en la reina Juana (no la loca famosa, sino una de las otras, la navarra, que hubo varias) cuando, según leyendas contradictorias, mató a su hermana por celos.

Envueltas en unos maravillosos trajes donde todavía se siente el influjo fru-fru de Lacroix, las dos princesas también pueden pertenecer a la España negra. Ya se sabe que en ballet, siempre que aparece el malo, resulta ser español e ir vestido de Felipe II -recordemos la concepción original de la escena del Cisne Negro-.

El programa se completaba con el In the middlle, somewhat elevated de Forsythe, donde cada vez más, todo parecido con el original no es pura conincidencia, sino inutilidad del ensayador y ausencia del estilo (no se trata de imitar a Guillem sino de encontrar la versión propia); a continuación Hierba, de Mats Ek, fue segado de raíz por un Patrick de Bana que confunde la hierba con la selva con abundancia de espasmos tribales, y una Yolco Taira simplemente plana, gris. Finalmente Tabulae mostró una ejecución menos brillante que en el estreno y hasta Duato y Allard evidenciaron cierta discordia al bailar en pareja.