Atacado en Chiapas un puesto del Ejército mexicano

Un puesto de control del Ejército mexicano situado junto a Tuxtla Gutiérrez, capital del Estado de Chiapas, fue atacado ayer por un grupo de civiles armados. En los enfrentamientos, que duraron cerca de dos horas, un sargento resultó muerto. Es el primer incidente armado que se produce en plena negociación entre el Gobierno y el Ejército Zapatista de Liberación Nacional. Fuentes oficiales descartaron que se trate de una acción de la guerrilla.

El ataque se produjo a cinco kilómetros al oeste de Tuxtla, en una zona densamente poblada. Un comunicado de la Secretaría de Defensa Nacional afirmaba ayer que ningún civil civil sufrió daños.El comandante de la VII Región Militar de Chiapas, Miguel Angel Godínez Bravo, informó que los atacantes, "vestidos de civil", dispararon armas de diverso calibre desde unos cerros situados a unos 200 metros del retén militar. Algunos habitantes de la zona aseguraron haber escuchado el tableteo de las ametralladoras.

Los enfrentamientos, que comenzaron a las cinco de la mañana, hora local (una de la tarde en España), duraron aproximadamente dos horas. Después, el grupo atacante huyó por las colinas, sin que se sepa por el momento si sufrió alguna baja. Helicópteros del Ejército sobrevolaron la zona en las dos horas siguientes al ataque. La vigilancia en la región ha sido reforzada.

Se trata del primer incidente armado que se produce en Chiapas después de que el presidente mexicano, Carlos Salinas de Gortari, decretara el 17 de enero un alto el fuego unilateral para buscar una salida negociada al levantamiento protagonizado, a comienzos del año, por el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN). Desde entonces, y con las conversaciones de paz en marcha, tanto el EZLN como el Ejército han respetado escrupulosamente la tregua.

Todas las fuentes consultadas coinciden en mantener al margen del ataque a la guerrilla. En medio del mutismo oficial, un funcionario calificó el ataque de "incidente menor" y afirmó que "no hay ningún indicio" de que la agresión partiera del EZLN. Según esta fuente, el punto del ataque dista unos 100 kilómetros del área donde opera la guerrilla zapatista. "Se trata de un acto de provocación, aunque es prematuro decir quién está detrás", añadió. Por el momento, el Gobierno asegura que el proceso negociador seguirá en marcha.

Golpe desestabilizador

Nadie pone en duda que se trata de un golpe desestabilizador. Como siempre, la pregunta que sigue es de quién ha partido. El ataque se produjo en un contexto muy concreto: el Gobernador del Estado, Javier López Moreno, del gubernamental Partido Revolucionario Institucional (PRI), tenía previsto destapar ayer al candidato del partido para su sucesión en el cargo.Algunas emisoras de radio apuntaban a algún grupo de narcotraficantes que operan en la zona, afectados en sus actividades por la presencia militar. Sin embargo, el argumento pierde peso desde el momento en que los narcos son el comodín generalmente empleado para explicar cada una de las oscuras acciones que sobresaltan en los últimos meses la vida política mexicana.

Desde que comenzaron las conversaciones entre la guerrilla zapatista y el Gobierno, Chiapas vive en una calma difícil. El mayor foco de tensión se sitúa por el momento entre los ganaderos y las organizaciones campesinas, que llevan a cabo desde hace tres meses una campaña de ocupación de tierras.

Precisamente el jueves, el Gobierno y el Consejo Estatal de Organizaciones Indígenas y Campesinas de Chiapas firmaron un acuerdo por el que los campesinos conservarán las tierras ocupadas, a cambio de que cesen las invasiones de los predios. Los ganaderos, mientras, anuncian una marcha sobre la capital mexicana para la próxima semana.