Avisadme si sale mi hermano

Eduardo Navarro Paracuellos, el funcionario destituido, denuncia en un escrito al presidente del Tribunal de Cuentas, Adolfo Carretero, las. presuntas irregularidades sufridas al fiscalizar Renfe. Su informe lo entregó el 27 de julio de 1992 a su inmediato superior, Rafael Iglesia Lachica, secretario técnico del departamento de Sociedades Estatales. "En el informe se descubrieron hechos y actuaciones realizadas en la gestión de Renfe que exigían urgencia y agilidad en los trámites sucesivos. Sin embargo, esta fiscalización permaneció parada muchos meses", agrega. Según este funcionario, "en el informe se destacan las gestiones y actos realizados en Renfe por Leopoldo Iglesia Lachica, director general adjunto de la compañía ferroviaria durante el periodo fiscalizado, hermano de Rafael Iglesia Lachica. El último, funcionario del Tribunal de Cuentas, ha estado interviniendo en función de su cargo en esta fiscalización, cuando, de conformidad con el artículo 28 de la ley 30 / 1992 de régimen jurídico de las administraciones públicas y del procedimiento administrativo, debería haberse abstenido, ya que de no hacerlo se incurre en responsabilidad grave".

Navarro denuncia que Lachica le hizo entregar la documentación que soportaba sus graves imputaciones, "y muy especialmente la relativa a las actuaciones de Leopoldo Iglesia Lachica". Todos estos elementos, acusa Navarro, "vician el procedimiento" de fiscalización de Renfe, hechos que denunció al consejero del departamento, Elíseo Fernández Centeno.

Rafael Iglesia Lachica, en un escrito interno, refuta todas las acusaciones del auditor. Se queja de que tras requerir "insistentemente a Navarro para que diese cuenta del resultado de los trabajos de fiscalización de Renfe", se le entregó "en lugar del correspondiente borrador, un documento (incluso encuadernado) que Navarro redactó por su exclusiva cuenta y suscribió con su firma". "El documento elaborado por Navarro fue examinado por varios técnicos y finalmente por el consejero del departamento, apreciándose que las afirmaciones y opiniones que en él se vertían carecían de todo rigor técnico, tanto en el aspecto contable como jurídico (...) Se comprobó que la documentación correspondiente no avalaba lo expuesto por Navarro".

"Ante la falta de fiabilidad de sus apreciaciones, el consejero del departamento decidió rechazar el documento elaborado por Navarro y encargar a otros dos técnicos un nuevo y exhaustivo análisis de la documentación y papeles de trabajo recopilados durante las actuaciones in situ".

Iglesia preguntó a Navarro "si había observado alguna irregularidad que pudiera estar relacionada" con la gestión de su hermano en Renfe.

A los nuevos auditores, les reiteró el aviso: "Les pedí que tan pronto, como observasen el más mínimo indicio de relación con mi hermano con cualquier presunta responsabilidad de toda índole que pudiera derivarse de aquellas actuaciones, me lo comunicasen con el fin de formalizar mi abstención y cesar radicalmente cualquier relación mía con la fiscalización".