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Seis muertos en un ataque suicida con bomba contra un autobus israelí

"¡Muerte a los árabes!" gritaban ayer centenares de jóvenes congregados en los alrededores de la estación central de autobuses de Hadera, a unos 45 kilómetros al norte de Tel Aviv, donde horas antes la explosión de una bomba en un autobús causó la muerte a seis personas. Otras 31, de las que 18 eran soldados, resultaron heridas, en su mayoría de carácter leve. Cinco víctimas fueron identificadas. El sexto cadáver es aparentemente el del terrorista de Hamás que se suicidó para hacer detonar la bomba. Mientras, en Jericó, un colono judío abría fuego en el centro de la ciudad contra un grupo de escolares palestinos y hería a cinco."¡Muerte a los árabes!" gritaban ayer centenares de jóvenes congregados en los alrededores de la estación central de autobuses de Hadera, a unos 45 kilómetros al norte de Tel Aviv, donde horas antes la explosión de una bomba en un autobús causó la muerte a seis personas. Otras 31, de las que 18 eran soldados, resultaron heridas, en su mayoría de carácter leve. Cinco víctimas fueron identificadas. El sexto cadáver es aparentemente el del terrorista de Hamás que se suicidó para hacer detonar la bomba. Mientras, en Jericó, un colono judío abría fuego en el centro de la ciudad contra un grupo de escolares palestinos y hería a cinco.

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La explosiva táctica de Hamas

En el autobús fue descubierta posteriormente por la policía una segunda carga explosiva que fue desactivada y que estaba programada para hacer explosión una hora más tarde. La acción, que podría ser obra de un suicida, fue cuidadosamente planeada para que ocurriese el día que Israel dedica a la memoria de los 17.955 soldados caídos en las cinco guerras israelíes que se han registrado hasta hoy.El atentado fue reivindicado por el movimiento integrista Hamás, que la semana pasada se responsabilizó también del ocurrido en Afula, en el que murieron siete personas. Mohamad Nazal, portavoz de Hamás en Jordania declaró que la bomba había sido colocada por el grupo Ezedín al Kasam, el brazo armado de Hamás en los territorios ocupados. Según Nazal, "este es el segundo de los cinco ataques que Hamás se comprometió a ejecutar después de la matanza de Hebrón", en la que 30 palestinos resultaron muertos por disparos de un colono judío, el pasado 25 de febrero. La matanza protagonizada por Baruch Goldstein desencadenó una ola de violencia que ha afectado seriamente al proceso de paz en Oriente Próximo durante las últimas semanas.

"Es un ataque contra inocentes civiles israelíes". Así de tajante reaccionó el líder de la Organización para la Liberación Palestina (OLP), Yasir Arafat, al recibir las noticias del atentado. Añadió que este incidente golpea "el corazón del proceso de paz". "Son acciones" indicó Arafat, "que desgraciadamente van dirigidas contra gente inocente. Y esa gente inocente está en los dos bandos, entre los palestinos y los israelíes". "No dejaremos que los terroristas de Hamás o de la Yihad Islámica determinen el destino de Israel", declaró a su vez el ministro israelí de Exteriores, Simón Peres, para destacar que el atentado no interrumpirá el proceso de paz, ni los acuerdos firmados estos días en El Cairo con la OLP.

La policía dispersó a primeras horas de la tarde a los manifestantes que al grito de "No a las negociaciones con la OLP" habían bloqueado la autopista. El enfrentamiento entre las fuerzas del orden y los manifestantes llevó a éstos a gritarles: "La policía está con los árabes".

"Lo que hace falta es una intifada judía contra este maldito Gobierno", dijo a la masa enfervorizada el rabino Yosef Bagad, diputado del partido ultranacionalista Moledeth.

Llamamiento a la unidad

Por el contrario, el primer ministro Isaac Rabin, que participó en el homenaje a los caídos, apeló a la "unidad del pueblo" israelí en estás circunstancias difíciles. "Hay algunos que dicen que las conversaciones de paz deben de acabarse, pero eso sólo conduciría a que más elementos se dediquen al terror", declaró Rabin.

En declaraciones posteriores a la radio israelí, Rabin aseguró que estaría dispuesto a desmantelar los asentamientos judíos en los territorios ocupados, si es a cambio de una paz definitiva con los palestinos.

Los integristas de Hamás se oponen radicalmente a las conversaciones de paz con Israel. Arafat, que dirigió ayer por primera vez un discurso en la sede del Consejo de Europa, en Estrasburgo, criticó la política de "asesinatos y detenciones masivas" por parte de Israel. El líder de la OLP aseguró que la actitud de Israel ha creado las condiciones para que se produzcan este tipo de ataques.

Antes de que estallase la bomba en Hadera, en Jericó un colono judío abrió fuego desde su coche con un arma automática contra un grupo de niños que se dirigían a la escuela y hería a cinco. El hombre logró escapar. Al parecer ninguno de los heridos en el atentado corre peligro de muerte.

De inmediato, cientos de personas salieron a la! calles para protestar por el ataque. En el posterior enfrentamiento con tropas israelíes fueron heridos de bala otros ocho palestinos. Fuentes hospitalarias aseguraron que se trataba de heridas provocadas por balas de goma.

En otro incidente en el sur de Líbano un miembro del proisraelí Ejército del Sur de Líbano resultó muerto y otro herido cuando una bomba colocada en el arcén de la carretera estalló al paso del vehículo en que viajaban en las cercanías de la aldea de Ibl al Saki, en el interior de la zona de seguridad de Israel.

Seis muertos en un ataque suicida con bomba contra un autobus israelí

En el autobús fue descubierta posteriormente por la policía una segunda carga explosiva que fue desactivada y que estaba programada para hacer explosión una hora más tarde. La acción, que podría ser obra de un suicida, fue cuidadosamente planeada para que ocurriese el día que Israel dedica a la memoria de los 17.955 soldados caídos en las cinco guerras israelíes que se han registrado hasta hoy.El atentado fue reivindicado por el movimiento integrista Hamás, que la semana pasada se responsabilizó también del ocurrido en Afula, en el que murieron siete personas. Mohamad Nazal, portavoz de Hamás en Jordania declaró que la bomba había sido colocada por el grupo Ezedín al Kasam, el brazo armado de Hamás en los territorios ocupados. Según Nazal, "este es el segundo de los cinco ataques que Hamás se comprometió a ejecutar después de la matanza de Hebrón", en la que 30 palestinos resultaron muertos por disparos de un colono judío, el pasado 25 de febrero. La matanza protagonizada por Baruch Goldstein desencadenó una ola de violencia que ha afectado seriamente al proceso de paz en Oriente Próximo durante las últimas semanas.

"Es un ataque contra inocentes civiles israelíes". Así de tajante reaccionó el líder de la Organización para la Liberación Palestina (OLP), Yasir Arafat, al recibir las noticias del atentado. Añadió que este incidente golpea "el corazón del proceso de paz". "Son acciones" indicó Arafat, "que desgraciadamente van dirigidas contra gente inocente. Y esa gente inocente está en los dos bandos, entre los palestinos y los israelíes". "No dejaremos que los terroristas de Hamás o de la Yihad Islámica determinen el destino de Israel", declaró a su vez el ministro israelí de Exteriores, Simón Peres, para destacar que el atentado no interrumpirá el proceso de paz, ni los acuerdos firmados estos días en El Cairo con la OLP.

La policía dispersó a primeras horas de la tarde a los manifestantes que al grito de "No a las negociaciones con la OLP" habían bloqueado la autopista. El enfrentamiento entre las fuerzas del orden y los manifestantes llevó a éstos a gritarles: "La policía está con los árabes".

"Lo que hace falta es una intifada judía contra este maldito Gobierno", dijo a la masa enfervorizada el rabino Yosef Bagad, diputado del partido ultranacionalista Moledeth.

Llamamiento a la unidad

Por el contrario, el primer ministro Isaac Rabin, que participó en el homenaje a los caídos, apeló a la "unidad del pueblo" israelí en estás circunstancias difíciles. "Hay algunos que dicen que las conversaciones de paz deben de acabarse, pero eso sólo conduciría a que más elementos se dediquen al terror", declaró Rabin.

En declaraciones posteriores a la radio israelí, Rabin aseguró que estaría dispuesto a desmantelar los asentamientos judíos en los territorios ocupados, si es a cambio de una paz definitiva con los palestinos.

Los integristas de Hamás se oponen radicalmente a las conversaciones de paz con Israel. Arafat, que dirigió ayer por primera vez un discurso en la sede del Consejo de Europa, en Estrasburgo, criticó la política de "asesinatos y detenciones masivas" por parte de Israel. El líder de la OLP aseguró que la actitud de Israel ha creado las condiciones para que se produzcan este tipo de ataques.

Antes de que estallase la bomba en Hadera, en Jericó un colono judío abrió fuego desde su coche con un arma automática contra un grupo de niños que se dirigían a la escuela y hería a cinco. El hombre logró escapar. Al parecer ninguno de los heridos en el atentado corre peligro de muerte.

De inmediato, cientos de personas salieron a la! calles para protestar por el ataque. En el posterior enfrentamiento con tropas israelíes fueron heridos de bala otros ocho palestinos. Fuentes hospitalarias aseguraron que se trataba de heridas provocadas por balas de goma.

En otro incidente en el sur de Líbano un miembro del proisraelí Ejército del Sur de Líbano resultó muerto y otro herido cuando una bomba colocada en el arcén de la carretera estalló al paso del vehículo en que viajaban en las cercanías de la aldea de Ibl al Saki, en el interior de la zona de seguridad de Israel.

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