Fracasa en Gorazde el alto el fuego anunciado por Izetbegovic
El alto el fuego declarado unilateralmente el jueves por la noche por el presidente de Bosnia-Herzegovina, el musulmán Alia Izetbegovic, no ha sido respetado en Gorazde. Desde las seis de la mañana del jueves, horas antes de la entrada en vigor de la tregua, hasta las seis de la mañana del viernes, 16 personas han perdido la vida y otras 51 han resultado heridas en ese enclave de Bosnia oriental, protegido por las Naciones Unidas, según los datos del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR). Desde que comenzaron los combates, hace 11 días, han muerto 83 personas. "No ha habido un alto el fuego real", reconoció el portavoz de la Fuerza de Protección de las Naciones Unidas (Uriprofor), Rob Annink, "pero la actividad militar ha descendido". Annink informó de que los radicales serbios han capturado durante su ofensiva cerca de un 5% del total del enclave, menos de lo que se creía. La información procede de los ocho observadores que entraron en Gorazde. "Los serbios no alcanzaron la orilla del río Drina ni tomaron colina estratégica alguna", añadió.
El enviado especial de Estados Unidos a la zona, Charles Redman, llegó ayer a Sarajevo con el fin de recabar información sobre la situación. Redman tenía previsto entrevistarse con Izetbegovic y con el general Michael Rose, jefe de Unprofor. Rose trataba ayer de impulsar una reunión entre los jefes militares serbio, Ratko Mladic, y musulmán, Rasim Delic, para acordar un alto el fuego indefinido. La reunión no se había celebrado a última hora de la tarde de ayer.
El secretario de Estado norteamericano, Warren Christopher, ha insistido en la necesidad de proceder al envío urgente de los mil cascos azules ucranios a Gorazde para que la OTAN pueda tener "motivos" de bombardear. En Washington, el presidente norteamericano, Bill Clinton, aseguró que no excluía el recuerso a la fuerza aérea en Gorazde.
Por otra parte, Josip Manolic, presidente de la Cámara alta del Parlamento croata y destacado miembro del partido del presidente Franjo Tudjinan, ha decidido formar uno nuevo. Destacados miembros, hasta hace poco leales a Tudjman, se disponen a seguir los pasos de Manolic. Éste se opone a la política en Bosnia central, propugna el pacto con los musulmanes y pide la destitución del ministro croata de Defensa, Gojko Susak, al que considera responsable de la errada política en Bosnia. Con la marcha de Manolic, Tudjman se perdería la mayoría absoluta.
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