Un militante palestino de Yihad Islámica mata a un israelí y es abatido después
Un nuevo atentado provocó ayer un muerto en Israel, apenas 24 horas después de la explosión de un coche bomba que mató a ocho personas en un autobús en la ciudad de Afula. Un palestino, supuesto miembro de la organización clandestina Yihad Islámica (Guerra Santa), disparó con una ametralladora contra un grupo de soldados y civiles israelíes en Achdod, un puerto de la costa mediterránea. El vigilante israelí Ichay Gadasi, de 32 años, murió en el acto, mientras otros cuatro israelíes sufrían heridas de diversa consideración. El autor del atentado, Alí Taleb al Anai, murió acribillado a balazos por unos soldados.
Unas horas más tarde, en un puesto de control en la entrada de la franja de Gaza, un palestino atacaba con un cuchillo a tres israelíes, que resultaron heridos, y lograba huir, a pesar de ser alcanzado por un disparo.En Cisjordania, un palestino de 16 años resultó muerto en en frentamientos con el Ejército israelí. El joven Farchi Kasmieh fue abatido por varios disparos en la localidad de Balaa. Muy cerca de este pueblo dos soldados de Israel resultaron heridos al ser apedreados sus automóviles cuando circulaban camino de Tulkarm. Desde que se hizo público la firma del acuerdo entre ambas partes han muerto violentamente 143 palestinos y 40 israelíes, según diversas fuentes que cita Reuter.
Estos sucesos se produjeron precisamente el día en que se enterraba en Afula a cuatro de las víctimas de la víspera, entre ellas dos niñas.
El sepelio fue tumultuoso. Apenas el viceministro de Educación, Micha Goldman, intentó tomar la palabra y empezó el abucheo. "Vete con Arafat" [el presidente de la Organización para la Liberación de Palestina], gritaba la muchedumbre. El viceministro fue empujado y zarandeado, y la policía tuvo que ayudarle a abandonar el cementerio.
La gran mayoría de los israelíes reprochan a Arafat que no haya condenado los atentados cometidos por los radicales palestinos. El ministro de Asuntos Exteriores, Simón Peres, aseguró ayer que esta actitud era "lamentable, sobre todo porque otros dirigentes de la OLP sí han condenado el atentado de Afula". Washington reprochó a Arafat su actitud. La Casa Blanca aseguró en un comunicado que la condena realizada por la OLP no era suficiente.
Romper las conversaciones
En medio de este clima de tensión creciente en el seno de la opinión pública, la oposición derechista pidió ayer, una vez más, la interrupción de las conversaciones de paz. "No debemos negociar con gente que quiere destruir Israel y que no ha cambiado en un ápice sus intenciones", afirmó ayer el ex primer ministro del Likud Isaac Shamir, quien calificó de "desgraciadas" las negociaciones con la Organización para la Liberación de Palestina.
Pero este llamamiento de la oposición no impidió al Gobierno anunciar para el próximo domingo la reanudación de las conversaciones de El Cairo. La delegación, sin embargo, sólo se quedará tres días en la capital egipcia y volverá a Israel el día 14, lo que . significa que el acuerdo, a pesar de todas las esperanzas, no se firmará el día 13.
Las conversaciones habían sido interrumpidas para permitir a la delegación israelí participar en la conmemoración, ayer, del Día del Holocausto, que se celebró con dos minutos de silencio que se guardaron a las 10 horas en todo el país.
En Roma, el Vaticano celebró anoche esta fecha con un concierto. Juan Pablo II se lamentó en esta oportunidad de que "hoy se asista a nuevas manifestaciones de antisemitismo, xenofobia y odio racial". La Real Orquesta Filarmónica británica ofreció en el Vaticano un concierto sin precedentes para conmemorar la muerte de seis millones de judíos a manos de los nazis. Cerca de 7.500 personas asistieron al concierto en la sala dedicada a Pablo VI.
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