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Se suspende la venta del producto adelgazante Biodel por carecer de autorización sanitaria

La fiscalía de Valencia investiga su cornercialización y un posible delito contra la salud

Sara Velert

Las alabanzas a las propiedades "adelgazantes" de los chicles y comprimidos Biodel, proclamadas insistentemente por presuntos clientes en numerosas emisoras deradio, dejarán de escucharse a partir de hoy. La empresa distribuidora, Stethic Assesors, decidió ayer finalmente paralizar la venta y la intensa campaña publicitaria, dos semanas después de que el Ministeriode Sanidad le comunicara que el producto, fabricado en Valencia, es "clandestino", al no estar registrado. La. fiscalía valenciana ha abierto una investigación judicial a petición de la Consejería de Sanidad.

Las autoridades sanitarias reiteraron ayer que los chicles y comprimidos Biodel, fabricados por el laboratorio valenciano Viogarlo y comercializados por la empresa barcelonesa Stethic Assessors, carecen de autorización y que la venta por teléfono, a través de una línea del número 900, es presuntamente ilegal. El Ministerio de Sanidad exigió, de nuevo, la suspensión de la venta.La directora general de Consumo de la Generalitat Valenciana, María José López, fue tajante al respecto: "Los productos dietéticos nunca pueden comercializarse por teléfono, sino exclusivamente en farmacias o establecimientos autorizados". La Generalitat denegó en marzo su registro como producto dietético porque la composición incluye plantas medicinales, y debe inscribirse, por tanto, como producto farmacéutico en el Ministerio de Sanidad.

Marta Pellicer, portavoz de Stethic Assessors -que no ha interrumpido la publicidad y venta de Biodel hasta hoy-, aseguró ayer en Valencia que un laboratorio independiente comprobó, que todos los componentes de los chicles y comprimidos -derivados de algas, hierbas, lactosa, celulosa, cola de caballo, goma, entre otros- "son inocuos". Los envases de Biodel se venden sin prescripción ni advertencia sobre posibles efectos secundarios "porque todo se explica en un teléfono de atención al cliente", dijo Pellicer.

Por su parte, un portavoz de Sanidad aclaró ayer que, en una reunión celebrada el 21 de marzo, se advirtió a la empresa de que los chicles y comprimidos eran "clandestinos" al no estar registrados. La dirección general de Farmacia, tras las quejas recibidas por el consumo de Biodel en Canarias, comunicó a principios de marzo al laboratorio Whitefarm, del mismo grupo que Viogarlo, que debía inscribir Biodel.

La investigación de las autoridades valencianas se inició paralelamente cuando a mediados del mismo mes recibieron dos quejas de clientes que no han recuperado su dinero tras comprobar que el tratamiento no producía los efectos deseados -la línea completa, que cuesta 16.900 pesetas, incluye también un gel inscrito legalmente en, Barcelona y cintas que proporcionan "la fuerza de voluntad necesaria" para adelgazar-. Además, la denuncia de una mujer que sufrió una taquicardia al consumir Biodel, había motivado ya la petición de la Generalitat de que la fiscalía investigara, aparte de la presunta venta ¡legal por teléfono, un posible delito contra la salud pública. En Murcia también ha habido quejas de consumidores insatisfechos.

La portavoz de Stethic Assessors dijo ayer que el pasado verano el responsable del laboratorio Viogarlo, Antonio Soria, les mostró "una entrada del registro" de productos dietéticos de la Generalitat y aseguré que eso permitía la comercialización, hecho confirmado ayer por el ministerio.

La empresa inició entonces la venta en Cataluña, Baleares y la Comunidad Valenciana, y tras "el éxito" alcanzado -la empresa afirma que ahora tiene unos 60.000 clientes- la amplió, en noviembre de 1993, al resto de Espana con, un gran despliegue publicitario que incluye "testimonios reales" sobre los buenos resultados. Sin embargo, Stethic Assessors no comprobó si la solicitud de registro había sido aprobada y ha conocido la denegación -ocho meses después de la solicitud- "por los medios de comunicación.".

Por su parte, el laboratorio Viogarlo, al que corresponde pedir el registro de Biodel como especialidad farmacéutica, no ha contestado a los requerimientos de la empresa para aclarar la situación ni a los de la Consejería de Sanidad, que se encontró con un cartel de "Cerrado por viaje" al intentar inspeccionar sus instalaciones en Alboraya (Valencia). El laboratorio Whitefarin, al parecer del mismo grupo, tampoco ha dado información. Antonio Soria no respondió ayer a las llamadas de este periódico.La doctora de la empresa Rocío López reconoció que en el caso de las algas cabe la posibilidad de que su yodo provoque taquicardia en personas "con predisposición".

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Sobre la firma

Sara Velert
Redactora de Internacional. Trabaja en EL PAÍS desde 1993, donde ha pasado también por la sección de Última Hora y ha cubierto en Valencia la información municipal, de medio ambiente y tribunales. Es licenciada en Geografía e Historia y Máster de Periodismo UAM-EL PAÍS, de cuya escuela ha sido profesora de redacción.

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