Cambio de hora
Acostumbramos, muchos de nosotros, a protestar por el cambio de hora en España, si bien hasta la fecha con escaso éxito.Creemos que es una señal de atraso la medida. Queremos que se siga diciendo "las diez de la noche" y que eso tenga algún sentido, porque con este cambio a las diez de la noche luce el sol en muchos puntos de España.
Queremos que la gente joven conozca el crepúsculo, esa hora en la que se oculta el sol y viene la noche, sin tener que estar ya cenando o acostados. Reivindicamos a Lorca y su "a las cinco en punto de la tarde", porque ahora la tauromaquia se ventila a las siete. Admiramos la sensatez de los británicos y su buena influencia en los portugueses, porque tienen un horario más natural y viven mucho más relajados y felices.
Entendemos que el animal humano precisa de la luz y de la sombra, y que vivir permanentemente iluminados es dañino hasta para los políticos. Lamentamos que los ecologistas no nos defiendan y los encontramos embobados por los cuatro duros de presunto ahorro. A los muchos millones que Hacienda nos retiene añadiremos y pagaremos gustosos las 280 pesetas per cápita en que se cifra la economía deseada y rogamos a EL PAÍS que mantenga viva nuestra llama, que es la de miles de españolitos inocentes. Amén.
