"Confío en que UGT recupere parte de credibilidad"

La UGT va a vivir un congreso de vértigo. El modelo de sindicato ocupará parte de los debates, pero el punto más delicado es la crisis de la PSV. Lito dice que no quiere hacer imputaciones personales "salvo que hubiera algo delictivo de algún compañero". Si eso se demuestra, es partidario de que la propia UGT lo lleve a los tribunales. Pregunta. ¿Prevé una batalla encarnizada en este congreso?

Respuesta. Habrá batalla, aunque no creo que encarnizada. Va a haber. un debate muy fuerte en las comisiones de trabajo, fundamentalmente en política organizativa.

P. ¿Suscribe las críticas que han vertido los dirigentes del metal contra Nicolás Redondo?

R. No, muchas sinceramente no. Hay que tener una cierta dosis de pragmatismo. Yo conozco a Nicolás desde hace muchos años, conozco su trayectoria sindical, la he defendido y sigo defendiéndola. No he cambiado en absoluto en ese punto. Puedo coincidir en muchas críticas que han hecho mis compañeros y en que la ejecutiva en este último mandato, ha hecho cosas que no se corresponden con las resoluciones del congreso anterior. Desde el punto de vista económico, desde el punto de vista organizativo, o en los servicios del sindicato. Cosas criticables para toda la organización, lo que pasa es que hay grados de responsabilidad. Ahora, hay ciertas críticas hechas por mis compañeros más con el corazón que con la cabeza, y que tienen que ver con la trayectoria de los últimos meses. En el tema de PSV y el de Unial hay muchos trabajadores afectados en mi organización, y algunos que no reciben el sueldo porque su empresario no cobra de Unial.

P. ¿Respalda la afirmación de que Redondo deja una UGT en la quiebra?

R. Se referían a la deuda financiera.

P. También dijeron que la UGT ha perdido influencia en la sociedad.

R. Sí, hicieron referencias concretas a la huelga general del 27 de enero pasado. Hay un cierto malestar en la organización en el sentido de que hicimos un gran esfuerzo en la huelga, pero ha tenido una escasa rentabilidad. Algunos dirigentes de UGT no han estado a la altura de las circunstancias por razones diversas. Se menciona mucho un debate televisivo; todo el mundo esperaba ver allí a su secretario general, Nicolás Redondo. Luego, en la noche de la huelga, hubo una disposición táctica y un despliegue por parte de CC OO muy fuerte. Y eso es lo que algunos han calificado de falta de liderazgo en los últimos tiempos.

P. Las próximas elecciones sindicales. ¿las puede ganar CC OO?

R. La verdad es que siendo muy riguroso, no estamos en el mejor momento para ganar las elecciones sindicales. Yo confío en que tengamos tiempo para recuperar buena parte de nuestra credibilidad, fundamentalmente en las empresas donde tenemos una estructura organizativa capaz. Desde el punto de vista de la imagen y en las pequeñas empresas, donde está la inmensa mayoría de los delegados, yo creo que vamos a tener muchos problemas.

P. ¿Quiénes son los responsables de la crisis de PSV y Unial?

R. En principio, los gestores, de eso no hay ninguna duda. Lo que pasa es que los hemos puesto nosotros. No vale decir no sabemos nada. Ahora hemos hecho un esfuerzo económico para resolver el problema. Yo no quiero hacer imputaciones a nivel individual, salvo que hubiera algo delictivo de algún compañero. Si se demostrara eso yo soy partidario de que la propia UGT lo lleve a los tribunales. Así de claro.

P. Pero ¿por qué no se han pedido explicaciones antes, cuando desde hace años todos conocían que el proyecto hacía aguas?

R. Explicaciones sí se han pedido. El problema es que en esta organización ha habido un acuerdo tácito de que este tipo de cuestiones no se discutían, por entender que era una cuestión de confianza y que no tenía que transcender demasiado a la opinión pública.

P. ¿La UGT se ha financiado con fondos de PSV y Unial?

R. No lo sé, la información que tengo es que no.

P. ¿Y cuándo se va a aclarar realmente lo que ha pasado?

R. Yo espero que se aclare con la auditoría. Y desde luego la dirección del sindicato debiera de poner encima de la mesa la situación cruda. Es mucho más positivo pagar el precio de una vez, que estar pagándolo con goteo. Si nos hemos equivocado, tenemos que decirlo. Demostraría una honestidad y una voluntad clara de resolver el problema. ¿Hay culpables? Bien, vamos a ver qué hacemos con esas personas. ¿Que no hay nadie trincado con ninguna historia? Entonces el sindicato tiene que responder colectivamente. Lo que no vale es que cada día te enteres de alguna cosa por los periódicos. También el secretario de Administración ha dicho que se ha enterado de algunas cosas por EL PAÍS.

P. ¿El Gobierno ha pasado factura a Nicolás Redondo aplazando las soluciones para la crisis de PSV?

R. Es pura intuición. Yo creo que el Gobierno ha utilizado la crisis de la PSV para pasar factura a la UGT, o la ha querido personalizar en Nicolás Redondo.

P. ¿Por qué Redondo lo incluyó entre sus posibles delfines y luego le declaró la guerra?

R. No lo sé. Ni sé por qué me nombra ni porque me caigo de la lista. Entre medias estalló el conflicto de PSV.

P. Usted no ha utilizado la crisis de la cooperativa PSV como arma contra la ejecutiva, pero sí lo han hecho dirigentes que le apoyan. ¿No será esa la razón?

R. Es posible. También han dicho que llevo malos compañeros de viaje. Me han llegado comentarios con auténticas barbaridades.

P. ¿Cuáles?

R. Son chismes.

P. ¿Que le apadrina Narcís Serra?

R. Eso no es serio. Supongo que viene por mi relación con Pepe Alvárez [líder de la UGT de Cataluña] y la que él mantiene con el PSC. También han hablado de mis ambiciones.

P. Ahí puede haber algo de cierto. En la pelea que divide a UGT ¿no hay una clara lucha por el poder y muy pocas diferencias de fondo?

R. Siempre hay una lucha de poder. En cuanto a las diferencias, discrepo totalmente; sí las hay y vamos a verlo en los debates del congreso.