Crece la sospecha sobre la responsabilidad del narcotráfico en la muerte de Colosio en México
La falta de avance y el hermetismo oficial que caracterizan en México la investigación sobre el asesinato de Luis Donaldo Colosio, del que ayer hizo 11 días, acrecentaron la confusión en las últimas horas, provocando múltiples hipótesis en torno al caso, tras las sospechas anteriores de un compló político. A la obra de un loco, primera hipótesis, y al crimen orquestado, segunda, se suma ahora la posibilidad de que el crimen sea obra del narcotrárico. Ésta es la tesis que mantiene desde Tijuana el procurador de los Derechos Humanos de Baja California, José Luis Pérez Canchola, que estima que no debe ser descartada la posibilidad de que los principales capos del narcotráfico puedan estar detrás del crimen perpetrado contra el candidato del Partido Revolucionario Inistitucional (PRI). La hipótesis de que el asesinato de Colosio habría sido obra de los jefes mafiosos que controlan la droga en México había sido descartada en un principio de forma tajante por el subprocurador general de los Derechos Humanos, René González de la Vega.
En declaraciones al diario El Financiero, Pérez Canchola subraya que cuando el joven Mario Aburto, autor material del asesinato, mencionaba en su primer interrogatorio que conocía la existencia de varios grupos armados a lo largo del país, no se refería a organizaciones guerrilleras como el Ejército Zapatista de Liberación Nacional o de similar estilo, sino al narcotráfico y a las diferentes familias que lo controlan en México.
'Granero' de la cocaina
Pérez Canchola cree que el asesinato de Colosio fue orquestado para "desviar la atención" sobre las actividades de los narcotraficantes en Baja California, Estado mexicano donde se encuentra el granero de la cocaína que va dirigida a la costa oeste de Estados Unidos y donde generalmente se dan cita en sus operaciones mercantiles los principales jefes mafiosos de la droga de ambos países.En opinión de Pérez Canchola, resulta sorprendente cómo el asesinato de Colosio ha borrado prácticamente de la opinión pública y de la investigación policial un reciente tiroteo que se produjo en este Estado entre la policía y un sector de oficiales corruptos que trataba de proteger la evasión de un importante capo del narcotráfico. Víctor Clark Alfaro, director del Centro Binacional de Derechos Humanos de Baja California, preguntado al respecto, coincidió con Pérez Canchola en no descartar al narcotráfico como inductor del asesinato. Estas declaraciones concidieron con la aparición de informaciones oficiosas que apuntan que además de Aburto y de Tranquilino Sánchez, el ex policía que actuó aparentemente como cómplice, otras tres personas más ingresaron en la penitenciaría en relación con el magnicidio. Una de ellas sería el priista Rodolfo Riva Palacio, que fue quien contrató a Sánchez como miembro de la seguridad del acto de Tijuana donde fue asesinado Luis Donaldo Colosio.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.