Unos 15.000 jóvenes franceses desfilan por las calles de París para celebrar su sonada victoria sobre Balladur
Unos 15.000 jóvenes marcharon el jueves por las calles de París, entre bailes y canciones, para celebrar su sonada victoria sobre el Gobierno de Edouard Balladur. El Contrato de Inserción Profesional (CIP) estaba ya suprimido, y sólo quedaban por establecer los detalles de la rendición gubernamental: se exigía la anulación de los procesamientos a los detenidos por actos de violencia en anteriores manifestaciones y se protestaba contra la brutalidad polícial.
Las fuerzas antidisturbios del ministro del Interior, Charles Pasqua, tuvieron el jueves un comportamiento más discreto que en jornadas anteriores. Pequeños grupos de alborotadores, compuestos por chiquillos jovencísimos, consiguieron sin embargo que la manifestación concluyera con disturbios: otra vez coches destrozados y tiendas de electrónica saqueadas, ante el repudio del grueso de los manifestantes. Una vez concluida la marcha, en torno a la plaza Denfert Rochereau, en el barrio estudiantil de la capital, hubo cargas policiales y un número aún no determinado de detenciones.El Gobierno, mientras tanto, intentaba digerir su derrota. La solución aplicada como recambio del polémico CIP, que permitía a las empresas contratar a jóvenes por debajo del salarlo mínimo, recupera las subvenciones al empleo aplicadas por el anterior Gobierno socialista. La supresión de esas subvenciones fue una de las primeras medidas tomadas por el gobierno conservador de Balladur cuando llegó al poder hace justamente un año.
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