Un bebé arrojado a las llamas
La brutalidad de la violencia entre grupos negros en Suráfrica alcanzó cotas escalofriantes el pasado fin de semana cuando un grupo de pistoleros incendió una casa en la provincia de Natal y arrojó al fuego a un bebé de 17 meses después de arrebatarlo de los brazos de su madre. La policía señaló que los atacantes mataron a tiros a dos personas, incendiaron la casa y a continuación lanzaron el bebé a las llamas, el sábado en la localidad de Kwa-Mbonambi, en la costa septentrional de Natal. La madre sobrevivió. Otros asesinos dispararon indiscriminadamente contra los asistentes a una sesión educativa sobre las elecciones de abril, organizada por el ANC en Gezubuso, y mataron a tres.
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