El escritor John Berger afirma que el escepticismo define a la pintura española

Autor de una trilogía sobre la descomposición de la sociedad agraria (Alfaguara), poeta y autor teatral, John Berger (Londres, 1926) es reconocido como uno de los grandes críticos de arte contemporáneos. En el salón Villanueva del Museo del Prado habló el martes sobre la obra de Velázquez, y en particular sobre la serie de los enanos.Para Berger, Velázquez era "un pintor escéptico, que depende de lo que ve para crear, de su experiencia de la percepción, del campo óptico". El escepticismo velazqueño, que Berger ilustró con el cuadro de Esopo, es una de las características de la pintura española, que "casi siempre" está diciendo: "La verdad está en lo oscuro". Ese principio místico, esa desconfianza de lo aparente, se manifiesta para Berger también en el cante flamenco, en el que "la voz se oscurece para decir su verdad".

John Berger comenzó su conferencia asegurando que "sería imposible hace sólo 50 años" que los enanos de Velázquez "fueran exhibidos a ambos lados de Las meninas" y preguntándose "por qué hoy consideramos ese espacio como el más apropiado". Berger realizó un recorrido por la obra de Giacometti, Goya, Gericault, Ribera y Velázquez, para concluir centrándose en los 10 retratos de la "excepción" del pintor sevillano.

Al hablar de los locos de Gericault recordó el hecho de que fueran rechazados por el Museo del Louvre durante décadas para posteriormente llegar a difundirse masivamente en carteles con motivo de la gran antológica que el mismo museo dedicó al artista hace dos años: "La excepción, la marca de la aflicción, como toda nueva experiencia, pasa al arte en un momento determinado, pero tarda años, en ocasiones siglos, en ser reconocida".

Berger concluyó su conferencia realizando una lectura del presente como un "tiempo oscuro", en el que "el libre mercado ha salido ganador y funciona muy bien para los ganadores. Un mundo en el que la xenofobia y el racismo cada vez son mayores. Pero en el que la gente sabe, como nunca antes, que existe algo irrenunciable en el acervo cultural de la democracia".