"Sin pisos ni tractores se van los electores"

El congreso del PSOE sigue imantando la protesta social. A los trabajadores de Santana Motor que llegaron el viernes desde Jaén los relevaron ayer algunos cientos de empleados de Ebro-Kubota procedentes de Cuatro Vientos (Madrid) y cooperativistas de PSV llegados del mismo Madrid y de Valladolid. Los unos quieren que la fábrica japonesa no cierre; los otros, que les devuelvan sus aportaciones -entre tres y cuatro millones- a la cooperativa fracasada.

La diversidad de la protesta no impidió que poco después del mediodía unos y otros -en torno a los quinientos- confluyeran frente al Palacio de Congresos y hasta que se lograra algún eslogan común: "Sin pisos ni tractores se van los electores", mezclado con otros más contundentes, como "nunca se vio Gobiemo tan ladrón".Juan José de Miguel, portavoz del comité de empresa de Ebro-Kubota, fabricante de tractores agrícolas, aseguró que tratan de impedir el cierre de la planta madrileña, que da empleo directo a 316 trabajadores e indirecto a unos 1.200.

La unidad de propósitos en la protesta se hizo más patente cuando alguien contó que algunos de los manifestantes de Ebro-Kubota eran, a su vez, cooperativistas de PSV.

Los descontentos con la cooperativa ugetista se dieron de baja hace un año, pero ahora reclaman que les devuelvan el dinero entregado y que no se ejecute la amenaza de embargar sus propiedades y sus cuentas para hacer frente a las letras que tienen firmadas por valor de entre siete y diez millones de pesetas.

Juan José Miguel, que preside el comité de empresa de Ebro-Kubota, argumentaba su presencia ante_el congreso socialista porque la Administración tiene que decir algo, y la Administración está aquí, en este congreso".

Por la mañana habían arrojado octavillas por el paseo de la Castellana desde una moto, pero la policía impidió una segunda siembra. En las octavillas podía leerse: "Poltronas igual a soluciones, no especulaciones", o "Más industria, menos corrupción".

Los ex cooperativistas de PSV lucían pancartas con leyendas como: "Sotos, ladrón; Felipe, encubridor", y "Felipe Hood roba al obrero y paga al banquero".

Gritos y pancartas se mantuvieron cerca del recinto donde el PSOE discute sus problemas, pero sin que los manifestantes pudieran traspasar la calle. El poblado cordón policial mantuvo a distancia hasta bien entrada la noche.