En peligro de extinción
Desde hace pocos años, coincidiendo con la aplicación de una política económica neoliberal que da prioridad a los objetivos del mercado, los programas culturales tienden a disminuir. En la década da los ochenta, las horas semanales de programas catalogados expresamente como culturales oscilaban entre 9 y 12 por semana. En 1989 descendió a ocho horas, y en 1990, a siete, y en los años siguientes la tendencia descendente ha continuado, aunque no hay cifras exactas de cuánto. Lo que ocurre es que, como la televisión sueca tiene exigencias básicas de calidad, problemas culturales aparecen insertos en otro contexto, como puede ser en los informativos diarios.La literatura tiene cabida, en forma de comentarios en un programa minoritario. La frecuencia de dicho programa, que se emitía bajo el título Deseo de leer, ha disminuido y se emite solamente una o dos veces al mes.
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