La fiscal pide 56 años de cárcel para un 'ertzaina' por corrupción de 14 menores

La fiscal pidió ayer 56 años de prisión para el ertzaina Fernando Aguilera por un presunto delito de corrupción de 14 menores. El acusado trató de suspender la vista oral, que comenzó ayer en la Audiencia de Bilbao, al intentar renunciar a su abogado. Tras ser desestimada esta petición, Aguilera se negó a responder la mayoría de las preguntas. Los menores testificaron a puerta cerrada, pero, según fuentes judiciales, declararon que accedieron a las sesiones fotográficas del ertzaina "por el dinero" entre 500 y 5.000 pesetas.

El policía vasco tuvo duras palabras para la Asociación Clara Campoamor -organización de mujeres que impulsa la acción popular-, a la que acusó de manipular a los menores y de "obligarles a mentir". Su presidenta, Blanca Estrella, calificó al ertzaina de, monstruo" y pidió una pena ejemplar para "romper la cadena", ya que, a su juicio, empiezan fotografiando a menores desnudos y acaban con aberraciones sexuales y asesinatos. La letrada de la acción popular pidió 84 años por 14 presuntos delitos de corrupción de menores con el agravante de abuso de autoridad.Fernando Aguilera Garrido, de 35 años y apartado de la Ertzaintza, se sentó ayer de nuevo en el banquillo de los acusados. Ya el 3 de julio de 1991 la Sección Segunda de esta Audiencia le absolvió de una acusación similar por un defecto de forma.

Este hecho permitió ayer a la defensa del ertzaina pedir a la sala que no se juzgara a Aguilera por un hecho por el que ya había sido juzgado y absuelto, a lo que se opusieron las acusaciones particular y popular. El presidente de la Audiencia, Joaquín Giménez, resolvió que para evitar juzgar a Aguilera por un mismo hecho, se excluyeran los hechos relatados por el fiscal anteriores a diciembre de 1989. De esta forma, la acusación pasó de 20 delitos por corrupción de otros tantos menores a un total de 14.

En sus declaraciones a puerta cerrada, los chavales ratificaron que el policía contactaba con ellos en una sala de juegos del Casco Viejo. Tras conversar y ganarse su confianza, les invitaba a su domicilio. Una vez allí, el agente les mostraba revistas y películas pornográficas y les ofrecía dinero a cambio de sesiones fotográficas y de vídeo con poses obscenas, además de prácticas sexuales.

Los menores aseguraron que mientras les sacaba fotos todo iba bien pero que empezaron a darse cuenta de que algo no iba bien cuando Aguilera les incitaba a mantener contactos sexuales. El ertzaina negó haber mantenido relaciones sexuales con los menores.