10 presos amotinados en una cárcel brasileña toman como rehenes a un cardenal y dos obispos

Un grupo de 10 presos que se amotinaron ayer en una cárcel municipal de la ciudad brasileña de Fortaleza tomó como rehenes al cardenal Aloisio Lorscheider, arzobispo de Fortaleza, y los obispos auxiliares Edmilson Cruz y Geraldo Nascimento, junto a otras siete personas, según informaron fuentes oficiales. Los amotinados exigieron un vehículo blindado y armas para poder darse a la fuga."Queremos dos ametralladoras cargadas, cinco revólveres también cargados, doce fusiles y un furgón blindado", reza el escueto manuscrito entregado por los secuestradores a las autoridades de Fortaleza.

Además del cardenal y los dos obispos también ha sido tomado como rehén el vicario episcopal Aldo Pagoto, según fuentes de la archidiócesis de Fortaleza.

Lorscheider, arzobispo de Fortaleza, de 78 años, fue reducido por los reclusos tras entrar en el presidio, al que acudió junto con una comisión de defensa de los Derechos Humanos de, la Asamblea Legislativa del Estado de Ceará y de la Orden de los Abogados de Brasil.

Un soldado de la Policía Militar ha muerto durante un breve enfrentamiento entre fuerzas del orden y los reclusos del penal, que alberga a una población total de 400 presos.

Las imágenes transmitidas por cadenas de televisión mostraron el instante en el que un individuo, armado con un puñal, se abalanzó sobre el cardenal, que a paso lento atravesaba la sala de recepción de la cárcel.

Lorscheider cayó de bruces al suelo, mientras otro hombre sorprendía a uno de sus acompañantes, momento en que se escucharon varios disparos.

El cardenal acudió al penal en atención a un llamamiento de los presos para que escuchara sus denuncias sobre los presuntos malos tratos de que son objeto.

Entre los acompañantes del cardenal están también el presidente de la Orden de los Abogados de Brasil en Ceará, el ex diputado Joao Alfredo, y el diputado Mario Mamede, miembro de la Comisión de Derechos Humanos de la Asamblea Legislativa de Ceará.

Dos periodistas, de los diarios locales Tribuna de Ceará y Jornal del Pueblo, también fueron retenidos como rehenes.