Pons pide "disculpas a los ciudadanos" por el escándalo del jueves en el Congreso

El escándalo que vivió el pleno del Congreso el pasado jueves ha llevado al presidente de la Cámara, Félix Pons, a pedir "disculpas a los ciudadanos" por lo ocurrido. La Mesa del Congreso, con el rechazo de los cuatro miembros del Grupo Popular, decidió ayer anular el voto emitido ese día desde el escaño del diputado socialista Alberto Pérez Ferré durante la votación de un paquete de enmiendas populares a la ley de medidas de fomento de la ocupación. También se ha abierto una investigación sobre el posible autor de la suplantación.

La Mesa permaneció reunida durante cuatro horas y media, que se adivinaron tensas dado el tono de las declaraciones posteriores de sus miembros.La decisión se adoptó por cinco votos -PSOE, CiU y PNV- frente a los cuatro del PP. Federico Trillo, en nombre de los populares, insistió en que en la Mesa no se está en representación de los grupos, sino a título personal, y explicó que la votación había sido "muy apretada". A partir de ahí, descargó una serie de acusaciones, con inusual dureza, contra el presidente del Congreso, Félix Pons, al que llamó "sectario", y calificó la decisión de "vergonzosa".

Trillo y los otros tres diputados del PP miembros de la Mesa del Congreso, comparecieron juntos para explicar que ellos pretendían la repetición de las votaciones por entender que "durante tres horas" ocurrieron demasiadas cosas como para que "ahora se echen las culpas al que no estaba, por el que tampoco estaba [el presidente Pons se hallaba de viaje oficial en Chile]. Ésa es una solución grotesca".

El portavoz popular insistía en que las actas del Diario de Sesiones recogen entradas de diputados durante las votaciones y no admitió, a preguntas de los informadores, que esas entradas carecen de relevancia porque se producen entre distintas votaciones de distintas enmiendas.

Trillo aseguró que el problema se había planteado en la Mesa y que Pons había asegurado que lo que recogen los taquígrafos no da fe de lo ocurrido. "Ésa es una afirmación brutal", dijo, "impropia de quien preside el Congreso e incalificable respecto de uno de los mejores servicios, desde hace cien años, del Congreso, que es el cuerpo de taquígrafos".

Emilio Olabarría y Josep López de Lerma, diputados del PNV y de CiU, respectivamente, y miembros de la Mesa, justificaron su voto favorable a la decisión del presidente del Congreso porque sólo se ha descubierto un voto irregular, según las investigaciones de la Secretaría General de la Cámara, "con las que todos hemos estado de acuerdo", señaló el diputado vasco, y porque "nadie ha aportado un sólo dato más con valor probatorio", según López de Lerma.

El diputado de CiU añadió que ellos habían entendido que la adoptada era "una solución sensata", en línea con lo manifestado por Pons, quien antes había explicado que al haberse constatado una sola irregularidad, lo procedente es anular ese voto, porque de otra manera se crearía un precedente que permitiría a cualquier diputado forzar la repetición de votaciones con sólo cometer una irregularidad.