Nadie es perfecto

Los estadísticos, por definición, recelan de los políticos. Se quejan de que, cuando algo va mal, lo recurrente es matar al mensajero. La Encuesta de Población Activa (EPA), reflejó el pasado año un récord histórico en el número de parados -3,68 millones-, y el principal debate se ha centrado en si es o no válida esta estadística. Sus detractores dicen que no es posible que un país resista tales niveles de desempleo sin saltar por los aires. Alegan que, si se compara, por ejemplo, con el número de cotizantes a la Seguridad Social, habría 700.000 ocupados más de los que dice la EPA. Quienes elaboran esta encuesta argumentan que el registro de la Seguridad Social o el de contribuyentes del impuesto sobre la renta e incluso el del paro registrado tampoco son perfectos ni comparables entre sí.La EPA es, en cualquier caso, el estudio más amplio que se publica sobre el mercado de trabajo. No sólo refleja la población activa (personas en edad y disposición de trabajar), la ocupación (personas con trabajo) y el paro (personas sin empleo). Además, indica aspectos como el sexo, la edad, formación, el tipo de contrato, jornada de trabajo, pluriempleo, condiciones en las que se aceptaría o no un empleo, circunstancias familiares en relación al empleo, etcétera.

El paro registrado, por ejemplo, sólo incluye a las personas que se inscriben en las oficinas del Instituto Nacional de Empleo (Inem) porque buscan un puesto de trabajo. Las altas de la Seguridad Social miden, por el contrario, únicamente la ocupación. Y, por último, las estadísticas del impuesto sobre la renta permiten contabilizar sólo a quienes perciben rentas del trabajo por encima de un millón de

Una estadística fiable

La muestra de la EPA abarca todo el territorio nacional, mediante encuestas en 64.000 viviendas, la realizan 267 entrevistadores, la supervisan 85 inspectores y cuesta unos 1.000 millones de pesetas al año. Estadística admite un margen de error "de muestreo" de más / menos el 0,39% en el número de ocupados (una oscilación de 93.000) y de más / menos el 1,04% en el número de parados (75.000). Se señalan, además, otros errores ajenos al muestreo (falseamiento de la información por parte de los encuestados) que podrían infraestimar la ocupación en hasta 700.000 y subestimar el paro en hasta 400.000.

Responsables del Instituto Nacional de Estadística (INE), organismo encargado de elaborar la EPA, recuerdan que allá por el siglo XVII, cuando se hizo el primer censo de población, la gente ocultaba el número de habitantes porque de ello se derivaba el pago de impuestos. Hoy, añade, hay que hacer esfuerzos para todo lo contrario, para que no se inflen los datos, porque hay beneficios económicos mayores para las ciudades con más número de habitantes.

Con ello quiere decir que lo normal es que haya una parte de ocultación de la verdad, porque la gente teme que no se respete el secreto estadístico. Es lo que ocurre, por ejemplo, cuando alguien está cobrando el subsidio de paro y trabajando a la vez.

Hay otros problemas, como pone de manifiesto el profesor de Fundamentos de Análisis Económico de la Universidad de Alcalá Juan Francisco Jimeno. Explica que una de las deficiencias de la EPA es que las encuestas se realizan en horario laboral. Lo normal es que, si en un hogar no se encuentra a nadie, es porque sus habitantes están trabajando. Entonces, el encuestador se dirige a otra vivienda donde pueda hablar con alguien que, normalmente, si está en casa en horas de trabajo es porque se encuentra inactivo. Una forma de evitar errores importantes en este procedimiento es que un hogar se visita durante seis trimestres consecutivos para permitir trazar una evolución lo más aproximada a la realidad.

En opinión de Jimeno, "la EPA infraestima tanto el número de ocupados como el de activos, pero no el de parados". En esta apreciación coincide Luis Toharia, catedrático de Teoría Económica, para quien "hay un problema técnico en la EPA que lleva a que la cifra de empleo es más baja de lo que debería ser, pero la de paro está bien ajustada". Marcos Peña, secretario general de Empleo opina que la EPA es válida porque "mide una realidad social", aunque resalta igualmente problemas técnicos: "Cuando alguien trabaja a tiempo parcial tiene tendencia a decir que está en paro".

Comparaciones imposibles

En opinión de Peña, comparar los registros de la Seguridad Social con los del paro del Inem o de la EPA no conduce a nada, "porque son baremos para medir cosas distintas". Peña confiesa no tener "una visión estadística de la vida; lo que hay que ver es qué se esconde detrás de las cifras". El Ministerio de Trabajo ha investigado las divergencias entre estas estadísticas, pero Peña confiesa "que no hemos llegado a conclusiones claras".

Por ejemplo, ¿por qué aparecen 700.000 cotizantes a la Seguridad Social más que el número de ocupados según la EPA? El dato fue ofrecido, sin mayores explicaciones, por el presidente del Gobierno, Felipe González, en una reciente entrevista en televisión. Aquello sentó francamente mal entre los funcionarios del Instituto Nacional de Estadística (INE). Lo que se vino a decir es que no hay tanto paro como reflejan las estadísticas. Peña asegura: "Es una puerilidad absoluta atacar el problema del paro atacando la EPA".

Pero el hecho es que existen divergencias y que la EPA es la estadística de referencia en EE UU, Canadá y España, según aseguran en Economía. En los demás países se publica con menos periodicidad y es el paro registrado el dato de referencia. El problema del paro registrado es que refleja el acto voluntario de inscribirse o no en una oficina de empleo. No se tendría, pues, en cuenta a los desanimados. En época de crisis, éstos aumentan, mientras que en época de auge crece el número de quienes van al Inem en busca de una oferta de empleo.

Las estadísticas de cotizantes a la Seguridad Social también tienen defectos. Por ejemplo, personas que cotizan sin tener un puesto de trabajo para luego tener derecho a una pensión pública. O personas que trabajan durante una parte del año, se dan de alta y luego, cuando van al paro, la baja tarda en registrarse. La EPA no diferencia entre funcionarios o no, mientras la Seguridad Social no los incluye porque tienen un régimen especial.