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LA TELEBASURA

Un invento de los comunistas manipulado por los norteamericanos

La telebasura es un fenómeno poco extendido, en contra de lo que pudiera parecer desde España. Sólo nuestro país, Italia y EE UU emiten programas escabrosos o amarillistas sin apenas problemas legales. En los principales estados de la Unión Europea la situación está regulada: apenas hay telebasura, o si la hay, en horarios minoritarios, debido a una legislación clara y a los gustos de los espectadores. Sin embargo, en Estados Unidos, el referente televisivo por excelencia, la telebasura goza de excelente salud. La demanda de los telespectadores ha provocado que asuntos con morbo relacionados con famosos hayan desplazado de la apertura de los informativos de calidad a los debates políticos o la guerra de Bosnia.La telebasura o TV-verità es el pan y la sal de la televisión en Italia, un país que reivindica para sí incluso la paternidad de este invento, surgido concretamente en las filas de la izquierda.Angelo Gugliemi, creador de la RAI-3, la tercera cadena estatal, adjudicada a comienzos de los años ochenta al entonces Partido Comunista de Italía (PCI), sostiene que los primeros programas con pretensiones de reflejar un hecho real con participación del público fueron ideados por él y sus colaboradores, copiados luego por las televisiones francesas, y de éstas, por las norteamericanas, que han rebotado el género a todo el mundo con la etiqueta de reality show.

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El invento, añade Gugliemi, respondía a la única posibilidad de competir con otras dos cadenas estatales, encomendadas a la Democracia Cristiana y a los socialistas, y mejor dotadas desde el punto de vista técnico y económico. Gugliemi sostiene que la RAI-3 se vio por ello en la necesidad de poner sus cámaras al servicio de la realidad cotidiana, como un espectáculo crítico y de producción barata.

Teóricos italianos de la comunicación, como Umberto Eco, creen que la televisión responde siempre a una planificación y a una visión previa de las cosas, además de modificar la realidad por la sola presencia de las cámaras, de manera que cualquier parecido entre la realidad y el reality show es mera coincidencia. Sea como sea, la TV-verità existe en todas las cadenas, aunque tiene sus expresiones más extravagantes en las privadas.

Ippolito Lazaro, teórico de la telebasura, ha puesto en práctica sus ideas en la RAI-3 con programas en los que gente de cultura media-baja opina sobre lo divino y lo humano. Estos espacios -una caricatura del género no menos cruel con los participantes que los reality shows verdaderos- terminaron cuando Hacienda pidió el IVA a unos actores improvisados que no ganaban ni para pagar impuestos.

Los inspiradores de las pantallas españolas

La mayoría de los programas que se ven en las pantallas italianas resultan familiares para los españoles. Italia es la gran inspiradora de los programadores de los canales nacionales, tanto públicos como privados.La RAI-3 emite Quién lo ha visto, el equivalente del archipopular Quién sabe dónde, de Lobatón, y La máquina de la verdad, el polémico espacio de Julián Lago. Estos programas, sin embargo, son droga blanda en comparación con Él, ella y el otro, una emisión dedicada a las parejas rotas tras la aparición de un tercero como amante heterosexual u homosexual de cualquiera de los dos protagonistas iniciales, y realizada con la presencia en el estudio de los tres interesados en la historia, que se gritan con gran exhibicionismo las cosas que la mayoría de la gente evita decirse incluso en privado. En España no se atreven. a llegar a tanto, pero hay espacios que se le acercan.

En el canal de Berlusconi cualquier pareja puede aspirar a participar en Las más bellas escenas de un matrimonio, y contar en público hasta las incidencias más íntimas. Aunque en España sea además un concurso, es la misma estructura de Su media naranja, el espacio que conduce Jesús Puente en Tele 5.

Perdóname, igualmente de Fininvest, habla, en cambio, de la amistad y ofrece una posibilidad de reconciliación en directo a amigos que tuvieron una trifulca hace bastante tiempo. Es el mismo título y contenido del espacio de María Teresa Campos en TVE-1.

Forum permite que quienes han tenido un conflicto lo sometan al dictamen profesional de un verdadero juez, que diariamente trabaja para el Canale 5, y a la opinión del público presente en el estudio. Exactamente igual que Veredicto, conducido en Tele 5 por Ana Rosa Quintana.

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