La competencia asiática
Agradeceré tenga a bien publicar en ese periódico el siguiente comentario a un artículo del señor Martínez Serrano, catedrático de la Universidad de Valencia.En la edición dominical del 9 de enero pasado escribe el profesor Martínez: el temor a la competencia asiática. Los países del sureste asiático progresan aceleradamente debido a su creciente competitividad en los mercados mundiales, amenazando a determinados sectores productivos de los países desarrollados.
Si bien reconoce el profesor Martínez que se trata de una competencia injusta, yo diría más bien desleal, no puede afirmar, en cambio, que su productividad no les permite niveles de bienestar superiores.
Precisamente es la alta productividad de esos países con tecnología no inferior a la europea, número de horas de trabajo. superior a los europeos, combinada con salarios bajos, por no decir, muy bajos, faltos de cualquier seguridad social, etcétera, lo que los coloca en ventaja absoluta más que comparativamente competitiva.
Curiosamente, asevera el profesor Martínez más adelante en su mentado artículo que "el sustancial incremento de su productividad les permite ser competitivos en los mercados mundiales". Librecambistas, rotundamente sí, pero no con importaciones masivas en un comercio no bidireccional, es decir, en un comercio que no es ni inter ni intraindustrial, pues arruinando nuestras industrias nos llevará a una desindustrialización o, en el mejor de los casos, a una dislocación.
Evidentemente, una terciarización de la economía española no puede ser la solución del gravísimo problema humano y social del desempleo y del desequilibrio de nuestra balanza de pagos.-