"Cascos azules" españoles evacuan a 39 heridos del sector musulmán de Mostar

El batallón español de cascos azules evacuó ayer del asediado sector este de Mostar, la capital de la Herzegovina, a un total de 39 heridos, una veintena de ellos niños, y a 57 acompañantes, que serán acogidos por terceros países. Esta operación masiva de evacuación se inició en el hospital del sector musulmán de la ciudad, donde se hacinan más de 50.000 personas "en condiciones penosas", como reiteradamente ha denunciado el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR). Durante once meses el sector oriental de Mostar ha sufrido los bombardeos de la artillereía croata.Los heridos fueron trasladados en vehículos de los cascos azules españoles a Citluk, localidad croata situada a 20 kilómetros de Mostar. Desde Citluk fueron llevados a Split en helicópteros de los batallones británico y francés. Desde el puerto croata seguirán viaje por avión a la base italiana de Ancona, lugar de tránsito hacia los países que han aceptado acoger a los heridos y sus familiares: Reino Unido, Dinamarca, Italia, Estados Unidos y los Emiratos Árabes Unidos. España acogerá a dos heridos: una mujer de 27 años con heridas de metralla en la cabeza, y que va a acompañada por su hija de tres meses, y un joven de 24 años al que le ha sido amputada la pierna izquierda y que viaja acompañado de sus padres.

Alto el fuego

La evacuación fue posible una semana después del alto el fuego pactado entre croatas y musulmanes, que entró en vigor el pasado 25 de febrero. El acuerdo, que sigue siendo frágil -ha sufrido algunas violaciones, sobre todo por parte croata-, ha permitido que los cascos azules empezaran a hacerse cargo del armamento pesado de las dos partes y a interponerse entre las líneas.

El comandante de la Fuerza de Protección de las Naciones Unidas en Bosnia (Unprofor), el general británico Michal Rose, declaró ayer que la tregua entre croatas y musulmanes sigue siendo mayoritariamente respetada, aunque volvió a insistir en la necesidad del envío de nuevos contingentes de cascos azules a la zona para garantizar que la tregua se mantenga tanto en Sarajevo como en el resto de Bosnia.

Los combates entre serbios y musulmanes bosnios, por contra, prosiguieron ayer. Un ataque serbio provocó la muerte de cuatro personas en la ciudad de Zenica, en Bosnia central, según informaron fuentes de Naciones Unidas.

Los serbios seguían bloqueando ayer hasta siete convoyes de ayuda humanitaria de las Naciones Unidas, en una aparente nueva prueba de fuerza para sopesar la paciencia de los cascos azules. El convoy escoltado por soldados españoles, que desde el lunes se encontraba bloqueado en Hadzici, a la entrada de Sarajevo, tuvo que regresar a su base ante la negativa de los serbios a dejarles paso libre hacia la capital bosnia.

En respuesta a la demanda de más de 10.000 cascos azules, hecha esta semana por el jefe de Unprofor en la antigua Yugoslavia, el general francés Jean Cot, el Gobierno italiano se mostró ayer dispuesto al envío de fuerzas si recibe una petición oficial de las Naciones Unidas en tal sentido. El ministro italiano de Exteriores, Beniamino Andreatta, manifestó ayer que tenían 1.700 hombres disponibles, autorizados por el Parlamento, ya en agosto pasado.