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Animales en vías de expansión

Zorros, gaviotas, jabalies y visones se multiplican aprovechando el deterioro y humanización de la naturaleza

Hay especies en vías de extinción, y otras en vías de expansión, e incluso de preocupante expansión. Zorros, algunos tipos de gaviotas, jabalíes, visones americanos... ; por no hablar de ratas, gorriones, urracas y palomas. Son especies omnívoras y oportunistas que han sabido sacar partido de los cambios introducidos por el hombre en la naturaleza."Las máximas densidades de zorros se dan en las pequeñas ciudades británicas. En el mismo Londres hay zorros, que habitan en los edificios y salen por la noche a comer en los basureros. Ahora se están haciendo las estadísticas de estas poblaciones en colaboración con los taxistas". La significativa curiosidad la cuenta el biólogo Juan Carlos Blanco, coautor del Libro Rojo de los vertebrados de España, editado por el Icona. ¿Afecta negativamente esta superpoblación a otros predadores como el gato montés y el lince? Blanco, que hizo su tesis sobre los zorros que se alimentan en el basurero de Cercedilla, cree que no se debe plantear así la pregunta. "Al ser esquilmadas esas otras especies, menos adaptables a los cambios introducidos por el hombre, estos animales, más oportunistas, ocupan esos vacíos ecológicos. Aunque a algunos les suene duro, nos tenemos que acostumbrar a vivir con el zorro; es un animal extraordinariamente adaptable, que aprende incluso a esquivar cepos y lazos, y que aumenta su capacidad de reproducción cuando se ve más acosado".

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El último que ríe, ríe mejor. Que se lo pregunten a las gaviotas reidoras, que desde la costa han ido colonizando zonas del interior. "En Madrid hay ya unas 30.000 gaviotas reidoras", dice Theo Oberhuber, de la Coordinadora de Organizaciones de Defensa Ambiental (CODA). "Las especies en expansión son aquéllas que se han acostumbrado a vivir con el hombre y sacan provecho de la degradación del hábitat. Pero algunas también salen perdiendo de esa asociación. Muchas cigüeñas mueren tras ingerir gomas de los basureros que confunden con lombrices".

La agresividad y cara dura de la gaviota argéntea es pública y preocupante. Juan Varela, biólogo de la Sociedad Española de Ornitología (SEO), las ha estudiado durante años en las Islas Chafarinas. "Había dos poblaciones equilibradas de gaviotas argéntea y de Audouin. Pero la primera comenzó a expandirse y a atacar a las Audouin hasta poner en peligro su existencia. Hubo que tomar medidas". Y es que no se andaban en rodeos, y se llevaban por delante huevos, polluelos y lo que hiciera falta.

Un acoso semejante sufren los patos malvasía europeos (Oxyura leucocephala), acosados y violados por sus primos americanos, los malvasía caribeños (Oxyura jamaicensis). Los híbridos resultantes del apareamiento de ambos amenazan una de las especies emblemáticas de las tareas de conservación en España.

Con ínfulas similares de corrierse el mundo han venido desde el otro lado del Atlántico los cangrejos de río y visones. Juan Carlos Blanco cuenta el caso de los visones americanos: "Llegaron a España de la mano de las granjas peleteras; algunos ejemplares se escaparon, comenzaron a expandirse en los años sesenta y ahora hay ya núcleos estables y muy florecientes en la zona centro, en Cataluña y Galicia. No han alcanzado todavía al área del visón europeo, que cría en Euskadi y Navarra, pero se cree que cuando llegue entrará en competencia con él". El visón ocupa el nicho ecológico dejado por la nutria, en peligro por la contaminación de los ríos.

El abandono de tierras parece ser una de las causas del desmesurado crecimiento de jabalíes en algunas zonas. José Luis Tellería, catedrático de zoología de la Universidad Complutense de Madrid, tiene sus dudas: 'Tensábamos que el incremento de jabalíes estaba muy relacionado con el cambio del uso del monte a raíz del masivo éxodo rural que se produjo en España en los años sesenta. Pero nuestra sorpresa llegó al comprobar que el proceso de expansión ha sido general en toda Europa". En otoño de 1991 saltó a la prensa el caso de una manada de hasta 29 jabalíes que se acercaban a comer desperdicios a una urbanización de Las Rozas (Madrid). Se creó una curiosa amistad entre los jabatos y los vecinos del pueblo.

Theo Oberhuber advierte del peligro de las introducciones de especies foráneas y de las pésimas gestiones cinegéticas. En la reserva de Saja (Cantabria), por ejemplo, sobran 1.200 de los 3.000 ciervos censados este año. "Se promocionan especies, como el ciervo, en perjuicio de otras, que quedan en situaciones muy delicadas", añade Oberhuber. Juan Carlos Blanco señala que en la cordillera cantábrica esta situación se repite; que el ciervo está desplazando al corzo.

Si Blanco decía que hay que acostumbrarse a vivir con el zorro, Tellería opina algo parecido de las ratas. "Es prácticamente imposible un exterminio total", dice. Se puede llevar a cabo una intensa campaña de desratización en una ciudad, pero si se queda viva una pareja, en un año reconstruye la población inicial".

¿Y las palomas? Su revoloteo ha llegado a ser tan denso que algunos ayuntamientos, como el de Pamplona, se han planteado incluso multar a quienes les den comida.

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