Fábrica de Tabacos
El edificio de la glorieta de Embajadores fue construido en 1790 por la Real Hacienda para albergar la fábrica de aguardientes y licores. José Bonaparte lo convirtió en fábrica de cigarros y rapé en 1809. Es el único ejemplo de arquitectura industrial madrileña del siglo XVIII. De estilo neoclásico, su planta es rectangular y se organiza alrededor de tres grandes patios.
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