El fracaso del diálogo entre PSOE y PP obliga a posponer la designación del Defensor del Pueblo

El plazo de un a semana fijado por José María Aznar corre, y el acuerdo entre el Gobierno y el PP sobre el nombramiento del Defensor del Pueblo y de las cinco vacantes del Consejo General del Poder Judicial sigue sin cerrarse. El ministro de la Presidencia, Alfredo Pérez Rubalcaba, y el secretario general del Partido Popular (PP), Francisco Álvarez Cascos, fracasaron ayer en su intento de pactar la reforma del reglamento del Congreso, que era la condición previa para abordar los nombramientos de las vacantes. En los próximos días realizarán un nuevo intento de acuerdo.

El retraso de un año en el nombramiento de estas vacantes institucionalista hecho de su cobertura la piedra de toque del éxito del impulso democrático, anunciado por el Gobierno el pasado mes de octubre. La reunión, celebrada ayer en el edificio de los grupos parlamentarios del Congreso entre Pérez Rubalcaba y Álvarez Cascos, se saldó con un nuevo fracaso cuando corre ya el plazo de una semana fijado por Aznar para cerrar o abandonar las conversaciones sobre impulso democrático. El PP ha lanzado el ultimátum ante la inminencia de la precampaña de las elecciones europeas y andaluzas, en las que no quiere aparecer embarcado en una negociación del brazo de los socialistas. El Gobierno y el PSOE han aprovechado este envite para presentarse como los abanderados de los temas institucionales frente al partidismo de sus opositores.Últimos flecos

Pero el hecho es que el representante del Gobierno y el del PP no consiguieron ponerse de acuerdo en los últimos flecos de la reforma del reglamento del Congreso y ello les impidió abordar el nombramiento de las vacantes institucionales. El escollo estuvo en la creación de las comisiones parlamentarias de investigación y su suspensión cuando interfieran con un proceso judicial.

Mientras los socialistas pretenden que se suspendan los trabajos de la comisión parlamentaria con la sola presentación a trámite de la querella, el PP quiere que únicamente se suspenda cuando el juez dicte auto de procesamiento, es decir, en un momento judicial posterior. El ministro de la Presidencia, que pretendió restar importancia al desacuerdo, insistió al finalizar la reunión que se ha llegado a acuerdos "enormemente significativos" en la reforma del reglamento del Congreso al margen del desacuerdo en las comisiones de investigación".

Otro de los puntos de discrepancia manifestados en la reunión fue la posición de ambos partidos ante la renovación de Radio Televisión Española (RTVE). Mientras los populares pretenden renovar el Consejo de Administración antes de proceder a la reforma del estatuto, los socialistas defienden el proceso inverso porque opinan que es un proceso más completo y cerrado. "Parece lógico posponer la renovación de los consejeros para adecuar su perfil a las futuras competencias del Consejo de Administración", dijo Pérez Rubalcaba tras la reunión. Sin embargo, a juicio de Álvarez Cascos, la exclusión del Consejo de RTVE "impide seguir avanzando en el diseño del perfil de los candidatos a las distintas instituciones".

Ambos desacuerdos impidieron abordar los nombramientos para cubrir las vacantes, sobre los que existe un pacto previo sobre el perfil de la figura del Defensor del Pueblo y de los miembros del Consejo General del Poder Judicial. El Defensor del Pueblo, según recordó ayer el secretario general de Relaciones con las Cortes, Enrique Guerrero, será una persona de experiencia, sin militancia política definida en un período mínimo de una legislatura y vinculado a la defensa activa de los derechos humanos y civiles. Los miembros del Consejo General del Poder Judicial serán personalidades independientes y de reconocido prestigio en la carrera judicial.

Pese a las discrepancias manifestadas por ambos políticos al finalizar la reunión, ambos dejaron abierta la puerta al acuerdo en los próximos días. El secretario general del PP, Francisco Álvarez Cascos, señaló al terminar la reunión, de unas dos horas de duración, que las posiciones "están suficientemente alejadas como para que en este momento aumenten las posibilidades de desacuerdo", pero a renglón seguido añadió que la distancia "es considerable, pero no insalvable". "No debe prejuzgarse la posibilidad de que pese a las diferencias, el último minuto sea el me or", añadió Álvarez Cascos.

Por su parte, el ministro de la Presidencia, Alfredo Pérez Rubalcaba, puso el acento en el plazo de una semana fijado por el presidente del PP, José María Aznar, para cerrar el acuerdo. Pérez Rubalacaba manifestó que no había oído que existiera plazo alguno por parte del PP para cerrar el acuerdo y amenazó con que, en caso de que se produjera, continuaría las conversaciones con los demás partidos por tratarse de temas institucionales.