Las cotorras, períquitos y loros fugitívos se juntan en la Casa de Campo
Con sólo dos años de edad se fue de casa. Sin embargo, su rostro no apareció en ningún programa de televisión. Tampoco nadie interpuso una denuncia en comisaría cuando abandonó el hogar. Los medios de comunicación ignoraron su caso. Ahora, tres años después de su huida, ha sido hallado en la Casa de Campo. Vive con otro medio centenar de fugitivos en los árboles que rodean el lago de este parque. Se ha vuelto algo agresivo y no se deja fotografiar más que con teleobjetivo. Es uno de los miembros de la primera colonia estable de loros, cotorras y periquitos de Madrid.
Seguramente, durante años, los periquitos que huían de sus j aulas intentaron aclimatarse en las grandes masas forestales de Madrid. Posiblemente, casi ninguno lo consiguió. Sin embargo, según los expertos, "hace unos tres años, varias parejas tuvieron éxito". Construyeron grandes nidos en los árboles situados entre el vivero municipal y el lago de la Casa de Campo. Ya hay contabilizados unos 30 nidos en esta parte del parque. Los nidos tienen casi un metro de longitud. Son compartidos por varias familias.Alfredo Bengoa, experto en aves exóticas y profesor de Veterinaria de la Universidad Complutense, cor1sidera que la adaptación de estos animales tropicales al clima madrileño no resulta demasiado extraña. "Los psitaciformes (loros, periquitos, cotorras ... ) tienen una temperatura corporal de 42 o 43 grados centígrados, que pueden mantener con un aislamiento térmico perfecto compuesto de tres capas de plumas. Por eso pueden soportar perfectamente las bajas temperaturas de los inviernos de Madrid".
Estas aves se han agrupado también en otras zonas verdes de la capital. Algunas parejas solitarias han sido localizadas en el parque de Berlín, el Retiro y el parque del Oeste.
Este tipo de aves provoca graves problemas a las especies autóctonas. Las urracas, por ejemplo, han desaparecido de los lugares en donde habitan los loros y periquitos.
"Se han vuelto muy agresivos. Su territorio lo tienen perfectamente delimitado, Ninguna otra ave puede acercarse a ellos. Chillan incluso ante la presencia del hombre. Los responsables de la Casa de Campo tendrían que tomar medidas para evitar la rápida colonización que están haciendo en el parque", asegura Juan García, de la asociación ecologista Aedenat.
Las especies que mejor han conseguido aclimatarse en los parques madrileños, y en especial en la Casa de Campo, son el loro común, el periquito y la cotorra de pecho gris. Se ha comprobado ya que la población de estas aves se está desplazando hacia zonas más interiores de la Casa de Campo, "lo que podría convertirse en un problema porque luchan por su superviviencia con otras aves. Son omnívoras", destaca el profesor Bengoa.
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