El PP se desentendió en 1989 del pago de 290 millones en créditos bancarios
El Partido Popular ocultó en 1989 una deuda de 126 millones de pesetas con varios bancos. Además, ese año terminó sin que los populares amortizaran ni pagaran intereses de créditos por 290 millones. El informe del Tribunal de Cuentas sobre la contabilidad de los partidos correspondiente a 1989 muestra múltiples deficiencias en el control de sus finanzas y el maquillaje de gastos e ingresos. Algunos destacados miembros del PP cobraron sustanciosas dietas por viajes de los que no consta el destino, duración ni transporte empleado.
El informe, remitido al Congreso de los Diputados, fue aprobado por siete votos a favor y cinco en contra, que reflejan de nuevo la protesta por la ausencia de un análisis específico de la contabilidad del PSOE. Quienes votaron a favor aducen que el informe es pecial sobre el caso Filesa, que compromete a los socialistas, ya incluyó el análisis pormenoriza do de las cuentas del partido en el Gobierno correspondientes a 1988 y 1989.La fiscalización realizada por el Tribunal de Cuentas sobre el último año de mandato directo de Manuel Fraga en el PP muestra un absoluto desentendimiento de ese partido respecto al pago de créditos obtenidos de los bancos. Sus cuentas no incluyeron un crédito del Banco Hispano Americano por importe de 42 millones de pesetas, ni reflejaron la existencia de otro crédito de 74 millones concedido por el Banco Etcheverría.
Nada indicaba a finales de 1989 que el partido hubiera can celado un crédito de 56 millones facilitado por el Banco Central, ni tampoco que hubiera amortizado otros créditos por cuantía de 290 millones. El tribunal seña la que el PP no contabilizó deudas bancarias por 126 millones de pesetas, cuya existencia quedó patente por información facilitada directamente por los bancos.
El informe hace una mención especial a las relaciones del PP con la Caja de Ahorros de Plasencia, entidad con la que el Partido Popular tenía contraída una deuda de 98 millones. En julio de 1989, el partido consiguió que esa caja le condonara 48 millones. El Tribunal de Cuentas señala ahora que tal cantidad supera el límite legal establecido para ese tipo de minusvaloraciones, e indica que no le consta que la condonación fuera aprobada por el órgano competente de la entidad financiera.
El análisis de sus cuentas muestra que algunos miembros del PP, que el tribunal evita identificar con nombres y apellidos, cobraban sustanciosas "dietas", que aumentaban considerablemente sus ingresos mensuales hasta convertirlos casi en un sobresueldo encubierto a Hacienda. Un destacado miembro del partido, por ejemplo, cobró bajo el concepto de gastos de viaje 2.860.000 pesetas, que el PP le abonó mensualmente a razón de 260.000 pesetas en cada ocasión.
"La documentación de estas entregas, en algunos casos, aparece con recibos justificativos de alquileres de vivienda, por lo que tales entregas deberían considerarse como rendimientos del trabajo, haberse practicado las correspondientes retenciones e ingresado las mismas en la Hacienda pública", según el tribunal.
El informe recuerda que el PP pagó a un determinado grupo de personas, de forma periódica y en cantidades siempre idénticas, un total de 24 millones de pesetas atribuidas a gastos de locomoción, y otros 43 millones de pesetas en concepto de dietas. Los recibos aportados por el partido no detallan ni la localidad de destino del viaje, ni la duración del desplazamiento, ni el medio de transporte utilizado.
Pagarés de Banesto en manos de IU
El informe del Tribunal de Cuentas muestra cómo en el plazo de sólo nueve días -del 12 al 20 de enero de 1989- el PNV ingresó 150 millones de pesetas en donativos. También constata la existencia de cuentas bancarias del Partit dels Socialistes de Catalunya (PSC-PSOE) por importe de 43 millones, de cuya existencia se enteró el tribunal por los bancos. Y demuestra que Izquierda Unida compraba Letras del Tesoro y pagarés de Banesto.Al Tribunal de Cuentas le ha resultado imposible conocer la procedencia de 12 millones de pesetas que figuraban en enero de 1989 en un extracto bancario relacionado con el Partit dels Socialistes de Catalunya y que no aparecieron en la contabilidad de ese partido. Diez meses después, y pocos días antes de las elecciones legislativas de ese año, el PSC realizó un pago por esa misma cantidad, que luego acreditó al tribunal "mediante un recibo en el que no consta ni el perceptor ni el concepto que justifique la entrega".
También el Partido Nacionalista Vasco ocultó la existencia de cuentas corrientes, que acumulaban unos diez millones de pesetas. La contabilidad aportada por el PNV no mostró tampoco la existencia de siete créditos, que sumaban una deuda de 73 millones.
Los peneuvistas recibieron del Gobierno vasco, controlado por su partido, una subvención de cuatro millones de pesetas. Tras considerar el tribunal insuficiente la acreditación aportada por el PNV, los nacionalistas arguyeron que "se trata de una transferencia del Gobierno vasco para el pago de dietas a representantes del partido por asistencia a negociaciones del convenio de funcionarios".
Izquierda Unida ocultó un crédito de 50 millones concedido por Banesto, no pagó intereses por otro crédito de 28 millones y omitió en sus cuentas los 186 millones ingresados por subvenciones a sus grupos parlamentarios.
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