El Consejo de Seguridad respalda por mayoría el plazo para atacar las baterías serbias
El Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas respaldó ayer mayoritariamente el plazo dado por la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) para atacar las posiciones serbias que a partir del próximo día 21 se encuentren dentro de un perímetro de 10 kilómetros en tomo a Sarajevo, pese a que Rusia intentó presentar una nueva resolución que suavizase un poco los términos de la amenaza de Estados Unidos y sus aliados europeos.
Al mismo tiempo, el presidente norteamericano, Bill Clinton, tratando de deshacer cualquier equívoco respecto a diferentes criterios de la OTAN y la ONU sobre la actuación en Bosnia, dijo ayer que la Alianza Atlántica ha seguido en todo momento la línea marcada por las Naciones Unidas, y que confía en que la amenaza contra los serbios "se conduzca conforme a los criterios establecidos por la OTAN".La reunión del Consejo de Seguridad se celebró únicamente con carácter deliberante, y ninguna resolución ni declaración fue votada tras las intervenciones de los distintos países. El embajador de Rusia, Yuli Vorontsov, propuso, no obstante, que se adoptase una resolución que reflejase el clima existente en Bosnia tras el último alto el fuego alcanzado y la retirada y reagrupamiento de armas y soldados en los alrededores de Sarajevo.
La propuesta de Rusia, que no criticó expresamente la decisión de la OTAN, fue rechazada en bloque por todos los miembros de esta organización tienen asiento en el Consejo de Seguridad, entre ellos España.
Apoyo español
En la misma línea del resto de sus colegas, el embajador español, Juan Antonio Yáñez, sostuvo que "las resoluciones ya adoptadas por el Consejo de Seguridad, y en particular la resolución 836, atribuyen autoridad suficiente al secretario general para que tome las decisiones que sean precisas según las circunstancias".
La embajadora de Estados Unidos, Madeleine Albright, dijo también que "la decisión de la OTAN es consecuente con las resoluciones ya aprobadas por el Consejo de Seguridad, y no son necesarias nuevas medidas".
El embajador francés, que hasta ahora había discrepado frecuentemente de la posición norteamericana, coincidió ayer en que "todos deben de ser conscientes en que el conflicto ha llegado a un momento decisivo".
El elemento de mayor controversia ayer durante la reunión del Consejo de Seguridad fue la confusión desatada por mandos de los cascos azules en Sarajevo en el sentido de que la ONU no se siente implicada en el plazo marcado por la OTAN. Técnicamente, el secretario general, Butros Butros-Galli, puede todavía impedir una acción militar contra los serbios, puesto que le corresponde a él dar la última luz verde para lanzar ese ataque.
Los representantes de la Alianza Atlántica insistieron, sin embargo, en sus declaraciones en que lo que ha hecho la OTAN no es más que atender una solicitud de Butros-Gali y que, por lo tanto, no caben ahora dudas cuando se trate de pasar a la acción sin nuevas condiciones.
El propio presidente Clinton intervino ayer en la polémica para aclarar el proceso que había llevado a la decisión de la OTAN: "Hay que recordar que el secretario general nos pidió pasar a la acción. Nosotros acordamos hacerlo. En todo momento, Estados Unidos advirtió que si dábamos ese paso teníamos que estar en condiciones de actuar después". "Nosotros entendemos" añadió el presidente norteamericano, "que tanto nuestros aliados como el secretario general están de acuerdo con esto, y no me parece que existan malentendidos al respecto".
Madeleine Albright explicó que cuando la OTAN respondió la pasada semana al llamamiento de Butros-Gali los miembros de la Alianza daban por descontado "que el secretario general estaba predispuesto a ir hacia adelante". Ahora, según afirmó la embajadora norteamericana, "estamos absolutamente comprometidos a proceder con la decisión adoptada por la OTAN". El embajador de Rusia dejó la impresión de que no existe entendimiento suficiente entre la ONU y la OTAN.
La reunión del Consejo de Seguridad escuchó también la posición del resepresentante de Bosnia-Herzegovina, Mohamed Sacirbey, quien pidió que todas las ciudades que el año pasado fueron declaradas por la ONU zonas de seguridad, y no sólo Sarajevo, estén incluidas en los planes defensivos de la OTAN.
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