Rusia apoyará los ataques aéreos sólo si son para proteger a los 'cascos azules'

El ministro ruso de Asuntos Exteriores, Andréi Kózirev, declaró ayer en Moscú que no excluye "operaciones militares desde el aire", en el marco de "una posible resolución del Consejo de Seguridad de la ONU", pero sólo para proteger a los cascos azules emplazados en Bosnia. Las declaraciones de Kózirev confirman qué Rusia se opone al bombardeo aéreo sobre las fuerzas que sitian Sarajevo en los términos en que lo plantea la OTAN.

"Las fuerzas de la ONU en Bosnia tienen derecho a dirigirse al secretario general en busca de apoyo, incluido un apoyo aéreo, pero exclusivamente en casos concretos. Actualmente no hay ni una sola petición para utilizar la aviación. Y el problema de si hay que usarla o no todavía no se ha resuelto", señaló Kózirev, quien insistió en que la decisión de atacar ha de ser tomada por el secretario general tras consultar a todos los miembros permanentes del Consejo de Seguridad.Rusia, dijo Kózirev a un grupo de periodistas, está en contra de "golpes selectivos con el fin de castigar a una de las partes", en clara referencia a la amenaza por parte de la OTAN de bombardear las posiciones serbias.

Según el jefe de la diplomacia rusa, la amenaza de bombardeos, aéreos es un estímulo para que los. musulmanes traten de aplazar las negociaciones de paz y comiencen a hacer todo lo posible para que se lancen ataques aéreos contra los serbios. "Así es la deformada lógica de la guerra, y humanamente es comprensible su deseo [de que los serbios sean bombardeados]", manifestó Kózirev.

El ministro de Exteriores cree que en caso de llevarse a cabo estos bombardeos, "dejarían las manos libres a los serbios para lanzar otros ataques". "Somos partidarios de que la decisión de defender a las fuerzas de la ONU en Bosnia sea tomada por el Consejo de Seguridad y no por la OTAN", subrayó.

Kózirev confirmó que la posición de Rusia, fijada por el presidente Borís Yeltsin, consiste en lograr que el Consejo de Seguridad de la ONU realice "esfuerzos suplementarios para reforzar las zonas de seguridad en Bosnia, incluido Sarajevo, y contribuir a que se retiren de estas zonas la artillería pesada y las formaciones armadas". El ministro ruso informó que a petición de Moscú el secretario general de la ONU, Butros Butros-Gali, ya ha enviado sendas cartas a todos los miembros permanentes del Consejo de Seguridad para reunirse mañana en Nueva York.

A pesar de no estar de acuerdo con el ultimátum de la OTAN, Kózirev dijo estar satisfecho por el hecho de que "por fin, EE UU y otros países de Occidente han empezado a desarrollar una mayor actividad en el proceso de búsqueda de una solución pacífica. Desgraciadamente se necesitó la tragedia de Sarajevo Va explosión en el mercado ocurrida hace una semana en laque murieron 68 personas y casi 200 resultaron heridas] para que nuestros socios occidentales se preocuparan de reforzar las zonas de seguridad en Bosnia". "A eso iba encaminada la iniciativa rusa adelantada tres semanas atrás", dijo Kózirev.

El viernes, después de dos días de infructuosos esfuerzos por comunicarse, los presidentes de EE UU y de Rusia pudieron discutir durante casi media hora la situación en Bosnia. Según el servicio de prensa de Yeltsin, ambos constataron la similitud de muchos de sus enfoques en lo que respecta a la situación en Bosnia. No obstante, el líder ruso insistió ante Bill Clinton en que "las decisiones que influyen en la situación de Bosnia y, en particular, alrededor de Sarajevo, deben ser tomadas exclusivamente por el Consejo de Seguridad" y no por la OTAN.

[El diario del Ejército ruso, Krasnaia Zvezda, puso ayer en guardia a los países occidentales contra la "peligrosa ilusión" del recurso a los ataques aéreos en Bosnia, informa ].