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El Gobierno no tomó medidas contra los agentes implicados en malos tratos denunciados por la ONU

El Gobierno español no adoptó medida cautelar alguna contra las decenas de agentes -la mayoría guardias civiles y funcionarios de prisiones- que estuvieron implicados en los ocho casos de supuestas torturas y malos tratos denunciados por la Comisión de Derechos Humanos de las Naciones Unidas en su informe especial sobre los años 1992 y 1993.El Ejecutivo se escuda en que la mayoría de los casos están siendo investigados todavía por los jueces. En otros, indica expresamente. a la ONU, no se detectaron indicios de responsabilidad en la actuación de los agentes.

El británico Nigel Rodley fue quien actuó a lo largo del año pasado como relator especial de la ONU para investigar posibles casos de malos tratos y torturas en España. Como consecuencia de su rastreo, Rodley seleccionó ocho casos, todos ellos relativos a presuntos miembros de ETA, en los que creyó encontrar signos de posibles malos tratos. Posteriormente, se dirigió al Ejecutivo español para conocer su versión.

En su introducción, Rodley puso de manifiesto al Gobierno que la incomunicación, hasta durante cinco días, a la que son sometidos los presuntos terroristas detenidos, pueden facilitar la práctica de malos tratos en España, según han denunciado varias fuentes que consultó. Asimismo, señala que algunos agentes condenados por torturas no han sido apartados del servicio activo y que incluso algunos han sido indultados. También recoge que cuando se inician investigaciones sobre torturas el proceso se prolonga durante años.

El Gobierno respondió a Rodley el 13 de diciembre de 1993 señalando que los detenidos siempre cuentan con asistencia legal y médica, y que debe tenerse en cuenta que los terroristas de ETA denuncian habitualmente torturas "como una estrategia para minar la reputación de las fuerzas de seguridad". Agregó el Ejecutivo que desde principios de los ochenta un total de 30 funcionarios han sido condenados en España por practicar torturas.

Con respecto a los ocho casos registrados en 1992 y 1993 y analizados por Rodley, éstos han sido los comentarios recogidos en el informe de la ONU, los relatos de los afectados y las versiones aportadas por el Gobierno.

MANUEL MUIÑOS GARCÍA

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Nació hace 43 años en Pontevedra. Detenido el 23 de julio de 1987 en Pasaia (Guipúzcoa).

Informe de la ONU. El relator de la ONU recibió información según la cual Manuel Muiños García había sido golpeado brutalmente el 14 de agosto de 1992 en la cárcel de Puerto 2 (Cádiz). Varios funcionarios de prisiones intentaron atarle a la cama, aparentemente porque les había insultado, y como consecuencia de ello el preso sufrió rotura de la nariz y varios cortes en los labios, así como un fuerte hematoma en un ojo. Muiños García, según esa información, pasó varias horas atado, a la cama hasta que recibió atención médica. Al día siguiente fue trasladado a Valencia, donde denunció lo ocurrido al juez de vigilancia penitenciaria.

Narración de Muiños Garcia. Muiños hizo el siguiente relato a sus allegados: hacia las ocho de la mañana del 14 de agosto, y estando en huelga de hambre, dos funcionarios se presentaron en su celda en actitud amenazadora para registrar la habitación. Media hora más tarde, esos dos funcionarios, junto con otros dos compañeros, accedieron a la celda con cadenas y esposas alegando que había insultado a los dos primeros y que pensaban atarlo a la cama, por lo que le pidieron que retirara el colchón y se pusiera en posición de cristo. Ante la negativa del recluso, los funcionarios le golpearon y lo ataron con esposas a la cama. Cuando parecía que la agresión había finalizado, uno de los funcionarios descargó una lluvia de puñetazos sobre el preso, ya atado sobre la cama.

Versión del Gobierno. El Ejecutivo remitió a la ONU un informe de la Dirección General de Instituciones Penitenciarias, según el cual el preso atacó a varios funcionarios y, a consecuencia de la pelea, tanto el recluso como cuatro funcionarios fueron atendidos en la cárcel de lesiones leves.

E. BASABE LARRINAGA G. CRISTÓBAL AZNAR

Eduardo Basabe Larrinaga nació hace 32 años en Vitoria. Residía en Francia y fue entregado a la policía española en agosto de 1992. Germán Cristóbal Aznar nació en Arrigorriaga (Vizcaya) en noviembre de 1955 y fue detenido en Bilbao el 2 de octubre de 1987.

Informe de la ONU. Informes llegados al relator de la ONU indican que ambos presos fueron repetidamente golpeados por guardias civiles cuando eran trasladados de la prisión de Ocaña (Cuenca) a la de Nanclares (Álava) el 17 de agosto de 1992. Las familias de ambos presentaron denuncias ante los jueces de Vitoria el 27 de agosto de 1992.

Narración de los afectados. Antes de subir al furgón, varios guardias les propinaron puñetazos y patadas, según contó Basabe a su compañera, María Ángeles Oliver, que interpuso la denuncia judicial. Tras hacer noche en Burgos, y antes de subir al furgón, los guardias los llevaron a la parte trasera del vehículo y allí les propinaron rodillazos, golpes en los riñones y puñetazos. Ya en Nanclares, fueron golpeados de nuevo. El 27 de agosto de 1992, la familia de Basabe presentó denuncia en la Audiencia Provincial de Álava.

Versión del Gobierno. Basabe fue entregado por Francia el 4 de febrero de 1988 como presunto integrante de la infraestructura del comando Araba. Los informes médicos realizados a la llegada de los presos a Nanclares no indicaron Signos de malos tratos. Los jueces han reclamado información sobre los guardias que trasladaron a los presos. No se adoptó ninguna medida disciplinaria por no haber indicios de responsabilidad en los guardias.

F. ETXEBESTE AROZENA

Francisco Etxebeste Arozena Nació en Oiartzun (Guipúzcoa) en 1949. Detenido en Francia el 20 de septiembre de 1989, fue entregado a la policía española.

Informe de la ONU. Rodley fue informado de que Etxebeste sufrió heridas en un ojo y en la mandíbula al ser golpeado por guardias civiles el 18 de agosto de 1992 cuando era trasladado de la prisión de Burgos a la de Martutene (Guipúzcoa). Su familia denunció los hechos el 19 de octubre de 1992 en Vitoria.

Narración de Etxebeste. Estando el furgón en marcha, según narró el preso a la tutora de su hija, los guardias civiles encargados del traslado le propinaron una fuerte paliza. Sufrió lesiones en un ojo y en la mandíbula, y le arrancaron mechones de pelo.

Versión del Gobierno. El informe médico realizado a la llegada del preso a Martutene no indicó signos de malos tratos. Los jueces han reclamado información sobre los guardias que trasladaron a los presos. No se adoptó ninguna medida disciplinaria por no haber indicios de responsabilidad en los guardias.

A. OTEGUI MONDRAGÓN

Arnaldo Otegui Mondragón nació en Elgoibar (Guipúzcoa) el 6 de julio de 1958. Fue detenido en esa localidad el 11 de septiembre de 1991.

informe de la ONU. Los datos llegados al relator de la ONU señalan que cinco guardias civiles golpearon el 10 de septiembre de 1992 a Otegui cuando éste llegó a la cárcel de Herrera de la Mancha (Ciudad Real). Cinco días más tarde fue trasladado a la cárcel de Alcalá-Meco, donde nuevamente fue maltratado.

Narración de Otegui. Otegui contó a su compañera, Julia Arregui, que cuando llegó a Herrera varios guardias procedieron a registrarle y, repentinamente, comenzaron a darle patadas en las piernas. Sus protestas le valieron una paliza de la que salió con los dos labios rotos y y hematomas por todo el cuerpo.

Versión del Gobierno. Fue entregado el 9 de julio de 1987 por Francia como presunto implicado en el secuestro de Javier Rupérez. Ingresó en prisión el día 13 del mismo mes. Un informe de la Guardia Civil señaló que Oteguí atacó a un guardia cuando éste le registraba en Herrera. Los jueces han reclamado información sobre los guardias que trasladaron a los presos. No se adoptó ninguna medida disciplinaria por no haber indicios de responsabilidad en los guardias. El informe médico correspondiente indicó que el recluso presentaba heridas en el labio superior.

KOLDO ARRESE GÁRATE

Nació hace 30 años en Iurreta (Vizcaya), el 3 de abril de 1963. Fue detenido en Durango (Vizcaya) el 4 de junio de 1986.

Informe de la ONU. Estando en la prisión de Daroca (Zaragoza), el preso fue brutalmente golpeado el 12 de septiembre de 1992 por funcionarios de la cárcel y guardias civiles, entre otros artefactos con una barra de hierro. El médico de la prisión certificó heridas en brazos, hombros, rodillas y genitales. El 30 de septiembre se denunció el hecho ante el juez de vigilancia penitenciaria de Zaragoza.

Narración de Arrese. Tras un motín en la prisión en el que intervino la Guardia Civil, un funcionario iba señalando a los presos que habían participado en la revuelta. El funcionario indicó a los guardias que Arrese era de ETA, e inmediatamente empezó a recibir golpes por todo el cuerpo. "Después", contó Arrese en una carta, "un guardia me llevó abajo, y por el camino continuaron los golpes. Me introdujeron en una habitación y, tras colocarme un fusil de esos de mira telescópica contra la cabeza, empezaron a golpearme de nuevo, mientras el que tenía el fusil les decía que se quitasen, que me iba a pegar un tiro". Poco después, "el carcelero que había dicho que era de ETA comenzó a golpearme, esta vez con una barra de hierro cuadrada".

Versión del Gobierno. Parece que Arrese resultó herido durante el motín de la prisión. No obstante, su nombre no figura en la lista inicial de quienes resultaron heridos por la acción de la Guardia Civil contra los amotinados. Según el informe médico correspondiente, Arrese presentaba heridas en vanas partes de su cuerpo. Hay abierta una investigación judicial al respecto.

IMANOL TXABARRI

Nació en 1960 en Bilbao y perteneció al comando legal [no fichado] Donibane, que operó en Vizcaya a principios de los años ochenta. Huyó a Francia en 1981 al ser detenido su compañero Ignacio Etxebarría Landazabal. Fue detenido por agentes de la policía francesa el 190 de julio de 1993 y entregado a agentes de la Guardia Civil ese mismo día.

Informe de la ONU. Fue entregado por Francia a la Guardia Civil el 10 de julio de 1993 como presunto integrante del comando Donibane. Hasta que el día 13 fue presentado en la Audiencia Nacional de Madrid, Txabarri permaneció con un antifaz en los ojos y fue golpeado repetidamente en la cabeza y en los testículos.

Narración de Arrese. El detenido aseguró que había perdido totalmente la noción del tiempo por haber estado cuatro días incomunicado y con un antifaz, ante los ojos. Denunció haber recibido numerosos golpes en la cabeza y en los testículos.

Versión del Gobierno. El Ejecutivo aseguró al relator de la ONU que esta denuncia de malos tratos era falsa y que ningún guardia civil ha sido relacionado judicialmente con este caso.

"Macabra danza enmascarada"

KEPA URRA37 años. Detenido el 29 de enero de 1992.

Informe de la ONU. Kepa Urra Guridi fue detenido el 29 de enero de 1992 por la Guardia Civil en Basauri (Vizcaya). Según varias informaciones, Urra fue llevado a un bosque y allí estuvo retenido durante una hora antes de ser trasladado al cuartel de la Guardia Civil de La Salve (Bilbao). Ocho horas después, ingreso en el hospital de Basurto, donde le fueron apreciados numerosos moratones en la Cara, manos, muñecas, piernas y muslos, con diversas lesiones musculares. Se le diagnosticaron también dos heridas en el cuello. De acuerdo con el relato hecho por el propio Urra dos días más tarde, los moratones se debían a los golpes que recibió tras su detención. También dijo que le habían colocado una bolsa de plástico en la cabeza para evitar que respirara y que sufrió simulacros de fusilamiento. Los jueces de Bilbao abrieron dligencias al respecto.

Narración de Urra. " Nada más detenerme me llevaron almonte y en el camino empezaron a retorcerme los testículos y a darme golpes por todo el cuerpo. Las amenazas eran continuas. Nada más llegar al monte me despojaron del calzoncillo, la camiseta las zapatillas y el reloj empezando la macabra danza enmascarada: golpes con la mano a la altura de oído, golpes por todo el cuerpo, sobre todo en la cabeza y en lo testículos... Me metieron el cañón de una pistola en la cabeza amartillaron y dispararon. Golpes por todo el cuerpo con una porra acolchada golpes de kárate en el cuello y el estómago ( ... ) Con dos dedos, el pulgar y el índice, me apretaban la tráquea hasta asfixiarme. En La Salve [cuartel de la Guardia Civil] , lo mismo: primero golpes y después la bolsa hasta que se cansaron. Cuando empezaron con la bolsa me pusieron un mono azul. ( ... ) En la celda me dejaron tirado en el suelo. De vez en cuando, entraban y me daban patadas en los riñones. ( ...) En una de éstas me cogieron entre dos y me llevaron ante quien decían que era el forense. Este me miró el pulso y comentó algo de arritmia. ( ... ) En el hospital [de Basurto] estuve mejor, pero también allí hubo torturas: dos veces entraron en mi habitación [el dato lo avaló después una enfermera] y tuve que pedir socorro".

Versión del Gobierno. Tanto en el momento del arresto de Urra como en su traslado desde Basauri a La Salve, Urra se enfrentó a los agentes que le detuvieron, que tuvieron que emplear la fuerza. Todas las heridas fueron resultado de ese forcejeo. Durante su estancia en La Salve fue encontrado tumbado en su celda y fue llevado al forense, que le diagnosticó arritmia. Varios guardias han declarado ante el juez por este caso, sin que se hayan adoptado medidas contra ellos. El Gobierno facilitó a la ONU un informe del fiscal que incluía un documento sobre el estado de Urra cuando fue visitado en el hospital de Basurto el 30 de enero de 1992 por representantes del juzgado. Según este documento, el detenido presentaba un estado de desorientación y tenía múltiples hematomas y heridas recientes. Horas mas tarde (añade el documento), una enfermera, llamada a gritos por Urra, encontró en su habitación a dos personas que se identificaron como guardias civiles y observó que le sangraban los labios. En el siguiente reconocimiento, Urra narró los malos tratos sufridos, incluidos algunos en el hospital.

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