Una tradición rota

El presidente del Gobierno, Felipe González, rompió ayer una tradición de cuatro años. A la salida del Consejo de Ministros ocupó el lugar del ministro de la Presidencia, Alfredo Pérez Rubalcaba, y se ofreció a responder a los periodistas en la rueda de prensa habitual de los viernes. "Se va a repetir", dijo González, que en ningún momento quiso dar rango especial a la comparecencia. "Es para hacer un balance de la situación".

González se presentó de buen humor y en todo momento intentó trasmitir una imagen de control de la situación: "El Gobierno gobierna"; "la situación económica va a mejorar"; "este Gobierno no ha tenido impedimento alguno para llevar adelante los proyectos que aprueba". En fin, un mensaje de confianza y optimismo que repetirá con cierta periodicidad por consejo del ministro de la Presidencia, Alfredo Pérez Rubalcaba, que siguió la comparecencia en primera fila, acompañado del secretario general del Portavoz, Miguel Gil. González dio un repaso a los asuntos más actuales en los siguientes términos:

Bosnia. Espero la retirada de las armas pesadas y que sigamos ejerciendo las misiones que tenemos encomendadas. No va a haber cambios en el signo, de esas funciones. No vamos a tomar una decisión unilateral respecto a la retirada de nuestro contingente. España ha vivido fuera de la respetabilidad internacional y en el aislamiento. Una retirada de los efectivos españoles no sería comprendida. ¿Se imaginan el efecto que tendría que España abandonara la misión de Naciones Unidas?

PP. Unas veces actúan de forma cooperadora y otras agitan descalificaciones o apreciaciones poco razonables que no se corresponden con la realidad. Recuerdan a los efectos de una ducha escocesa.

Reforma laboral. La reforma es imprescindible para este país y algunos efectos empieza a tener. Aunque hay que ser realista: con un crecimiento del 1% no se consigue crear empleo. Sería conveniente un acuerdo de rentas.

La renovación del PSOE. La renovación debe ser permanente en el PSOE para adaptarse a los cambios sociales de España y del mundo. El propio concepto de trabajo está cambiando y eso lo tiene que recoger el partido. Hay necesidad de hacer competitivas las empresas. La empresa es el único factor de generación de empleo. Esto también lo tiene que asumir el partido. Esta adaptación necesaria a una realidad cambiante es la renovación, que debería tener un reflejo personal y generacional.

PSV. No conozco lo que ha pasado, sólo los resultados. No sé cuál es la dimensión del agujero. Cualquier juicio de valor sería temerario. (Información en página 37).