El nuevo plan económico paraliza toda actividad en Serbia y Montenegro
Las tiendas en Yugoslavia (Serbía y Montenegro) no abrieron ayer. El nuevo programa económico, diseñado para detener la hiperinflación y salvar la moneda, entró en vigor y paralizó toda actividad económica.. El Gobierno federal decretó la impresión de nuevos dinares, popularmente bautizados superdinares, con el respaldo real en divisas y oro, para sustituir los dinares devaluados que abrieron el camino para que el marco alemán fuera el único medio de pago. Sin embargo, el superdinar, a la par con el marco alemán (81 pesetas), no apareció en el mercado.
El Gobierno decidió utilizar las últimas reservas de divisas para introducir la nueva moneda y salvar el sistema monetario. Al mismo tiempo estableció unos impuestos tan elevados que acabarán con la iniciativa privada, la única que funciona, según los economistas.
El Gobierno aspira a llenar sus arcas vacías con los impuestos y con los últimos ahorros en divisas de los ciudadanos. Con el saneamiento de la moneda se intenta revitalizar la producción, prácticamente muerta por la hiperinflación y el embargo internacional.
El programa no calcula la disminución del gasto público, cuyo déficit supera los 800 millones de dólares (unos 116.000 millones de pesetas). sólo los empleados públicos recibirán el salario en superdinares, mientras que las empresas se verán obligadas a vender sus reservas en divisas para obtener la nueva moneda y así pagar los sueldos, cuyo mínimo se ha fijado en 20 dinares, o sea, 20 marcos (1.620 pesetas).
Sin consenso político
El presidente de Serbia, Slobodan Milosevic, promovió su nueva estrategia económica sin consenso político. El nuevo Parlamento serbio se reunió ayer por primera vez tras las elecciones del 19 de diciembre con el fin de elegir a su presidente. La anunciada abstención de los partidos étnicos (los húngaros y los albaneses) indica que la oposición no podrá contar con la mayoría necesaria para conseguir el puesto. Los húngaros y los albaneses, cuyos siete votos son cruciales debido a la posición de empate en el Parlamento, advirtieron que los socialistas y los partidos de posición comparten la misma política nacionalista.
Milosevic propuso la creación de "un Gobierno de unidad popular". La oposición no ha secundado la propuesta, consciente de que así asumiría la responsabilidad por gobernar un país devastado.
El nuevo programa abarca también a la autoproclamada República Serbia de Krajina (en territorio croata) y a las regiones serbias en Bosnia. En Krajina, la presión política de Belgrado está dando resultados: Milan Martic, candidato elegido por Belgrado para ocupar la presidencia, está ganando a su adversario Milan Babic por unos 3.000 votos en la segunda vuelta de las elecciones presidenciales celebradas el domingo pasado.
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