Tres proyectiles de mortero matan a seis niños que jugaban con la nieve en Sarajevo

Seis niños murieron y otros tres resultaron gravemente heridos ayer a consecuencia de los impactos de tres proyectiles de mortero sobre el barrio de Alipasino Poje, al oeste de Sarajevo, según anunciaron ayer fuentes hospitalarias y testigos presenciales. Los niños, de entre cuatro y 12 años, jugaban con la nieve cuando se produjo el ataque.Un equipo de televisión de la agencia Reuter localizó tres cuerpos decapitados y un cerebro sobre la nieve. El rostro de un cuarto muchacho estaba completamente desfigurado. Grandes charcos de sangre, una bota de nieve desparejada y un gorro de nieve permanecían como mudos testigos en el lugar de la matanza.

La sorprendente calma que reinaba ayer, por tercer día consecutivo, en la capital de Bosnia y las suaves temperaturas empujaron a muchos niños a salir de sus casas. Pero inmediatamente después de la carnicería las calles volvieron a quedar desiertas. Después de 21 meses de sitio de la capital bosnia por los radicales serbios, 9.770 personas han muerto, entre ellas 1.550 niños, y 57.500 han sido heridas.

Trágico precedente

Un portavoz de las Naciones Unidas en Sarajevo aseguró ayer que los observadores militares de la ONU abrirán una investigación para determinar el origen de los disparos. El pasado mes de noviembre tres niños y una maestra resultaron muertos al ser alcanzados por la artillería serbia en una escuela improvisada en un barracón del mismo barrio.

El secretario general de Naciones Unidas, Butros Butros-Gali, confirmó ayer que estaba preparando la orden para llevar a cabo ataques aéreos contra objetivos serbios en Bosnia, si fuera necesario. El presidente del Consejo de Seguridad de la ONU, Karel Kovanda, reiteró ayer que la responsabilidad de la decisión sobre los bombardeos recae sobre Butros-Gali.

Mientras el secretario general de la ONU medita su decisión, varios gobiernos occidentales debaten abiertamente la posibilidad de retirar las tropas que mantienen desplegadas sobre el terreno. Ayer, el ministro de Exteriores francés, Alain Juppé, anunció que mantendrá consultas con el Reino Unido, Alemania y Estados Unidos para discutir la eventual retirada de los cascos azules de Bosnia. "La situación presente es insostenible", dijo Juppé, "la tentación de abandonar es fuerte, pero debemos ser conscientes de nuestras responsabilidades y buscar otras vías para enfrentarnos al problema".