Una mezcla de dinero, sexo, sangre y política

El caso Agusta o de los tres Guy se ha convertido en una embrollada historia en la que se mezclan dinero, sexo, sangre y política, como en las más negras novelas de Georges Simenon, el genial escritor nacido en Lieja, la ciudad donde se han desarrollado los principales episodios del folletín. Uno de los hilos asidos por la joven juez Véronique Ancia lleva hasta Italia, a través del vecino Luxemburgo, el pequeño gran ducado y paraíso fiscal, una de las capitales del blanqueo de dinero.Un pez gordo de la operación Manos Limpias lanzada por la justicia italiana contra Tangentópolis (la gran trama de las comisiones ¡legales), el socialista Mauro Giallombardo, cuenta con una orden de detención dictada por Ancia para conocer su relación con la financiación de sus correligionarios valones. Giallombardo, conocido como el hombre del ex líder socialista italiano Bettino Craxi en Luxemburgo, se entregó a la justicia de su país el 14 de enero y está implicado en las comisiones pagadas por Raúl Gardini, el propietario de Ferruzi que se suicidó.

Otro hilo vincula este caso aparentemente vulgar de Financiación ilegal de un partido político con el asesinato de André Cools, un peso pesado del socialismo belga y francófono, liquidado de dos balazos en la cabeza en un aparcamiento de Lieja el 18 de julio de 1991. Otro dirigente socialista, el ex viceprimer ministro Philippe Moureaux, sostiene la tesis de una relación entre el caso Agusta y el asesinato, y cuenta que en el socialismo belga se ha consolidado una especie de asociación mafiosa.

Según la mayoría de las versiones, Cools era el hombre de las finanzas del PS y quien realizó el negocio con Agusta. Alguien, quizás alguno de los tres Guy, desvió el dinero que debía ir al partido hacia su propio bolsillo. Mientras tanto, Cools intentó sustituir a Spitaels por Moureaux, y fue asesinado. Cools y Moureaux representaban el ala más clásica y obrerista mientras que Spitaels y Mathot son pragmáticos derechistas.

Otros hilos llevan a los sitios más impensables, incluido el Palacio Real. Entre los testigos escuchados por la juez se halla una ex amiga íntima del dimitido Guy Mathot, la azafata Eliane Van Vreckom, quien según el semanario Le Vif-L' Express ha evocado "entre otros, el papel del príncipe de Lieja, el actual rey Alberto II, en el dossier Agusta".