El futuro de las reformas económicas impide a Chernomirdin cerrar la crisis de gobierno en Rusia

Una completa confusión reinaba ayer sobre la más sena crisis gubernamental de Rusia de los últimos tiempos: el primer ministro, Víktor Chernomirdin, la daba por terminada, pero Borís Fiódorov, hombre clave en el Gabinete, como titular de Finanzas, insistía en que no aceptará ningún cargo si el conservador Alexandr Zaveriuja continúa como vicejefe de Gobierno y Víktor Gueráshehenko como presidente del banco central. Mientras tanto, en la Bolsa de divisas, el rublo continuó cayendo ante la incertidumbre en la política económica causada por la renuncia de Yegor Gaidar, artífice de las reformas.

El rublo, verdadero barómetro de la confianza popular en la continuidad de las reformas, se desplomó ayer por la mañana en 6,8% frente al dólar, llegando a su más bajo valor histórico. En las calles cundió el pánico financiero y los puntos de cambio de divisas, en su mayoría, se limitaron a comprar dólares, negándose a vender ante los pronósticos de que la devaluación de la moneda rusa continuaría por lo menos hasta que no se supiera la composición del nuevo Gabinete. Muchos ciudadanos, incluidos soldados de uniforme, no acudieron al trabajo, pues dedicaron el día a participar en la actividad compradora. Otros, menos ambiciosos, se conformaban con hacer cola en las tiendas de alimentos y hacer acopio de bienes.La inquietud de los banqueros después de la renuncia de Gaidar se vio incrementada por el temor de que el monetarista Fiódorov -quien había puesto condiciones completamente inaceptables para continuar en el Gobierno: el cese del viceprimerministro Alexandr Zaveritija y del presidente del Banco Central, Víktor Gueráshchenko- perdiera su puesto. Las agencias de noticias rusas, citando fuentes confidenciales, anunciaron en la mañana del miércoles que Chernomirdin, como era de esperar, se había negado a cumplir las condiciones de Fiódorov, lo que equivalía a dejarle fuera del Gobierno. Esto fue confirmado in directamente por el hecho de que Fiódorov no pudo entrar ayer en el Kremlin, donde se reunía el Consejo de Seguridad, a pesar de pertenecer a él. En la lista que te pían los guardas, el nombre del ministro de Finanzas simple mente no figuraba.

Horas después, sin embargo, Fiódorov hizo declaraciones que fueron interpretadas como que estaba dispuesto a permanecer en el Gabinete incluso si las cabezas que pedía no caían: "No he dimitido ni pienso hacerlo mientras la política del Gobierno no cambie hasta tal punto que signifique el fin de las reformas", dijo. Después de esto las agencias informaron de que Fiódorov ha bía sido incluido por Chernomirdin en el nuevo Gabinete como titular de Finanzas, aunque perdía el puesto de viceprimer ministro que hasta ahora también tenía. No obstante, minutos más tarde Fiódorov desmintió que hubiera retirado sus condiciones y confirmó que por ningún motivo entraría en el nuevo Gobierno si los personajes citados permanecían en sus puestos. Y ellos continúan, como se desprende de las palabras dichas por Valentín Serguéyev, portavoz de Chernomirdin, al anunciar ayer que todos los nuevos nombramientos en el Gabinete ya estaban acordados con Yeltsin y que el decreto correspondiente será divulgado hoy, jueves. En el nuevo Gabinete habrá un solo primer vicepnmer ministro -el tecnócrata Oleg Soskovets- en lugar de los dos que en un principio se preveían, dijo Serguéyev. El segundo debía ser el autor de la terapia de choque, Yegor Gaidar, pero éste rechazó el cargo el domingo pasado. Conservan los puestos de vicejefes de Gobiemo, Anatoli Chubais, que dirige el programa de privatización, Yuri Yárov y Alexandr Zaveriuja -con quien Fiódorov se niega a trabajar en un mismo Gabinete-, lo que significa que, en total, ahora hay cuatro vices de Chemomirdin en lugar de nueve.

Renuncia del Gabinete

Chernomirdin reaccionó con sarcasmo ante la propuesta de formar Gobierno que hizo ayer Grigori YavIinski, otro de los destacados economistas rusos que se han volcado de lleno a la política. Según Serguéyev, el primer ministro "se mostró bastante escéptico ante el entusiasmo de los voluntarios que proponen formar un nuevo Gobierno o que piden la renuncia del actual Gabinete". "No hay necesidad de ello. Existe un Gobierno, está trabajando y continuará el curso de las reformas", citó Serguéyev a Chernomirdin.

Quien pedía la renuncia de Chemomirdin era Mijaíl Poltoranin, jefe del Comité de Prensa de la Duma y cercano colaborador de Yeltsin. Poltoranin opina que "la desintegración del Gobierno comenzó cuando se decidió que los ministros podían presentarse como candidatos al nuevo Parlamento". "Entonces todas las contradicciones ocultas afloraron: surgieron las líneas de Serguéi Shajrái, de Gaidar, de Zaveriuja", explicó Poltoranin, quien dijo que ya en noviembre pasado sé había mostrado a favor de destituir a Chernomirdin.