París estrena 50 coches equipados con un dispositivo antiatasco

Cincuenta coches antiatasco circulan desde ayer por las carreteras de la región de Ile-de-France, es decir, por París y sus alrededores. Se trata de vehículos dotados de un ordenador conectado por radio a tres puestos de mando que procesan las informaciones de que disponen sobre el tráfico en toda la zona y proponen rutas alternativas adecuadas para cada coche y destino. Los 50 automóviles son los primeros de una flotilla experimental de 300 que ha de servir, si la experiencia se revela positiva, para dictaminar sobre una futura comercialización del invento.

No hay nada que distinga desde el exterior un Renault normal de otro provisto del dispositivo antiatasco. En el salpicadero, algo mayor que un taxímetro, el ordenador: una pantalla y un teclado reducido a la mínima expresión. Cuando el conductor entra en el coche comunica al puesto central (PC) su situación y su destino. Inmediatamente, en la pantalla se dibuja el itinerario más corto y el que va menos cargado de tráfico.Luego, una vez en marcha, en el ordenador van desfilando las esquinas y las alternativas posibles según evoluciona la densidad de circulación.

Hay ordenadores de tres tipos. El más simple se limita a mostrar esquemática ' mente la ruta idónea; el más complejo, con la ayuda de un satélite, da muchos más detalles sobre el recorrido, sintetiza vocalmente las informaciones e incluye entre estas los paraderos de las estaciones de servicio, de hoteles, restaurantes o garajes.

Si el experimento es concluyente, dentro de un año los ordenadores pasarán a ofrecerse al comprador de un coche como una opción más cuyo precio oscilará entre 2.000 y 15.000 francos (entre casi 50.000 y 370.000 pesetas).

2.500 sensores

El dispositivo ha sido bautizado con el nombre de Carminat y es el resultado de la creación, desde hace años, de una red de información destinada a regular el tráfico y que, en su momento, fue bautizada como Sirius. Dicha red se nutre de datos facilitados por 2.500 sensores enterrados en el asfalto de calles, avenidas, autopistas, cinturones, carreteras y bulevares, amén de los que aportan 370 cámaras.Toda la información de Sirius es procesada en tiempo real en los tres puestos centrales -Saint Denis, Champigny y Arcueil-, que la analizan para luego ponerla a disposición de Carminat.

Hasta ahora, en los cinturones, grandes carteles luminosos ya advertían sobre la existencia de obras o atascos, pero dado que se trata de mensajes destinados a ser leídos por conductores que ruedan a 80 kilómetros por hora y dado que cada uno de ellos seguirá luego un camino distinto, era imposible añadir precisiones que correspondan a necesidades individualizadas.

Carminat sólo es válido para París y su entorno, es decir, para los nueve millones de habitantes de la aglomeración.

El ministro de Transportes, Bernard Bosson, ha puntualizado que "uno de los objetivos de Carminat es conseguir una mejor y más racional utilización de la red viaria, evitando el desgaste y degradación de ciertos ejes. Es un dispositivo no coercitivo, estrictamente opcional, que permite que el conductor conozca el tráfico, dónde se encuentran los embotellamientos y los mejores itinerarios para sortearlos

No han faltado tampoco voces críticas contra Carminat por considerar que se trata "de una nueva intervención del Estado en favor del transporte privado y en detrimento del transporte público".