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Los ancianos encerrados en Vallecas cumplen tres días sin arrojar la toalla

Ya van tres días, y los 50 ancianos prosiguen con su encierro en la residencia de la tercera edad de Vallecas. Las ideas están muy claras: no saldrán de la trinchera hasta que logren su empeño. Quieren que Sánchez Montañés siga llevando las riendas de la Dirección Provincial del Inserso y que el director general del organismo, Héctor Maravall, dimita. Esto, a pesar de que ayer aseguraron en Asuntos Sociales que la marcha de Montañés, hace dos semanas, no supondrá "nada negativo" para los ancianos.

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Llevan su encierro con una ilusión propia de colegiales metidos a revolucionarios. Y eso que la edad media ronda los 77 años. Los achaques, la "incontinencia urinaria". que explica uno o la inyección diaria de insulina no les impide dormir en sillones y sobre mantas en el suelo de la residencia. La comida se la cocinan ellos mismos y viven su encierro en una "continua situación de asamblea". Porque discuten y le dan vueltas a la marcha de Manuel Sánchez Montañés, a quien consideran su "compañero", por encima de su puesto de director provincial, que aún ostenta en funciones.Los ancianos, que son representantes de los 26 centros de día que forman el Consejo de Ancianos de la Comunidad de Madrid -que engloba a 500.000 personas mayores de 65 años- , ya estuvieron encerrados el pasado 30 de diciembre por la marcha de Sánchez Montañés.

La aventura duró entonces un día, porque la ministra Cristina Alberdi los recibió y prometió que la política del Inserso no iba a cambiar. Pero ellos se sintieron estafados cuando vieron que la plaza de Sánchez Montañés fue sacada a concurso en el Boletín Oficial del Estado (BOE) del 1 de enero. "¿Por qué la ministra no nos dijo nada de esto?", se preguntaban los ancianos. "Ya no podemos confiar en ella", resolvieron.

Fuentes del Ministerio de Asuntos Sociales explican que Sánchez Montañés le presentó su dimisión en navidades al subsecretario del ministerio, Santiago de Torres, quien la aceptó (Véase El País Madrid del 29 de diciembre). "El puesto de Sánchez Montañés es de libre designación; por tanto, su dimisión no tiene que ser anunciada en el BOE", explican las mismas fuentes. "Montañés sigue sentado en su puesto en funciones; hasta que sea cubierto dentro de un mes", concluyen.

El Ministerio de Asuntos Sociales remitió ayer un comunicado en el que asegura que el cambio de responsable. de la Dirección Provincial no va a tener "consecuencias de especial repercusión, negativa o positiva, en la política del Inserso".

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Además, transmite a los ancianos el "compromiso de mantener la actual política del departamento respecto de la tercera edad de Madrid".

Sánchez Montañés dimitió justo antes de Año Nuevo por que no quería continuar trabajando "a contrapelo". Había sido destituido por el director general del Inserso, Héctor Maravall, en su puesto desde hace algo más de un año "por las discrepancias en materia de gestión" según declaró Maravall.

Aunque la ministra, Cristina Alberdi, ratificó a Montañés tras las presiones de las asociaciones de los minusválidos y de la tercera edad, éste acabó por dimitir. "Si un director general me destituyó, no tiene sentido que. continúe, aseguró.

A los ancianos no les convencen estos razonamientos en absoluto: "Sánchez Montañés se ha ido casi obligado, porque le están pinchando desde arriba", asegura Antonio Madero, presidente del Consejo de Ancianos de Madrid, con 64 años y dos operaciones de corazón a sus espaldas.

Sólo hay dos mujeres encerradas entre todos los ancianos. Olimpia y Victoria asumen el papel de amas de casa. Aunque también hay un par de hombres que se meten en la cocina de la residencia para pre parar el almuerzo. Pero ellas friegan lo que se ensucia y se encargan de hacer la compra de las viandas.

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