Robín de los Bosques
A los ancianos encerrados ya no les saca nadie de sus trece. Explican que han luchado mucho por conseguir el bienestar que ahora creen que les quieren arrebatar. "Hace seis años -cuando Montañés llegó a su puesto- nadie nos hacía caso", explica Pedro Oliva, de 73 años. "Hemos pasado una juventud llena de penalidades y ahora que estamos bien por primera vez en nuestra vida no vamos a dejar que nos quiten lo que hemos ganado", concluye, mientras explica indignado que desde la Dirección General a veces les han acusado de derrochadores. "Somos como Robin Hood, luchamos, pero para que no nos roben a nosotros", apostilla Juan Bernardo, de 78 años. Bernardo aprovecha los ratos muertos para leerse las memorias de Santiago Carrillo. "No viene mal un repasillo histórico" cuenta entre sonrisas.
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