Ampliar la OTAN

El nuevo elemento del debate sobre la decadencia del la OTAN, que dura ya un año, es el agudo sentido del peligro potencial que, emana del giro ruso hacia un nacionalismo agresivo y extremista. (...) Este desarrollo ha tenido un impacto especial en los países antiguamente controlados por la URSS, hoy democracias de mercado independientes, como Polonia, Hungría y las repúblicas Checa y Eslovaca. (...) Hasta la fecha, Washington ha rechazado toda pretensión de aumentar el número de miembros de la OTAN y las garantías de seguridad del Este. (...) Parte de las dudas vienen del rechazo a asumir responsabilidades de seguridad en tiempos de limitaciones de presupuestó y gasto público. Parte mayor procede de la idea de que aumentar la OTAN provocaría a los nacionalistas rusos y desalentaría a los reformistas. (...) En efecto, es esencial servir al interés norteamericano de avenirse con Rusia, pero no es menos necesario promover el interés norteamericano de consolidar la democracia en una zona de Europa no oprimida por un milenio de difícil historia rusa y que está ansiosa y demostrablemente dispuesta a asociarse con Occidente. Es posible que se recuerde este momento como aquel en que Estados Unidos tuvo la oportunidad de inaugurar una nueva misión de posguerra fría en Europa. Sería un enorme error subordinar la extensión de la democracia a una visión demasiado solícita de la situación de Moscú. 6 de enero