Jaime Blanco no es Kim Basinger
Las descalificaciones salpicaron el debate en en el Parlamento regional
"Está usted más filmado que la Kim Basinger y no es usted tan atractivo. No creo que le contraten para el anuncio del champán de las Navidades". Juan Hormaechea intentó ridiculizar así la atención que se dedicó a sí mismo Jaime Blanco durante los siete meses que duró su presidencia del Gobierno de gestión en 1991. Blanco, según el actual presidente, gastó en vídeos sobre sus diferentes actuaciones, 28 millones de pesetas.Fue una de las numerosas ocasiones en las que el debate de la moción de censura contra el presidente de Cantabria subió de tono. La hilaridad provocada por ese comentario se trastocó en indignación ante otra "salida histriónica" de Hormaechea. Acababa: de reprocharle a Jaime Blanco supuestas presiones al Gobierno central para que no realizara en Cantabria ciertas inversiones Por ejemplo, dijo Hormaechea, en la autovía Bilbao-Santander que, de haberse llevado a cabo, las habría rentabilizado el centro-derecha. "Usted quiere gobernar aunque sea sobre las ruinas de esta región, señor Blanco", le recriminó Hormaechea.
"Pistoladas"
El candidato hizo entonces desde su escaño un gesto con el dedo índice y la mano cerrada indicándole que era Hormaechea quien estaba dispuesto a seguir gobernando a cualquier precio. Desde la tribuna Hormaechea le indicó que no le señalara de esa forma, "aunque a lo mejor es una de las pistoladas de su partido en el año 36", agregó. Es la segunda vez que en pocos días Hormaechea desentierra el enfrentamiento entre españoles durante la guerra civil.
El presidente de la asamblea, Adolfo Pajares, del Partido Popular, pidió que no constaran en acta tales expresiones. Hormaechea se revolvió: "No sé si tiene usted algún complejo personal o fam¡liar".
Nuevamente Pajares dispuso que no constaran tampoco estas palabras en el acta del debate. No fue el último incidente entre ambos. Cuando el presidente autonómico llevaba consumido en su defensa el mismo tiempo que Blanco había utilizado para su acusación, Pajares exhortó a Hormaechea a que fuera acabando. Hormaechea se rebeló contra la indicación afirmando que el candidato Blanco había utilizado el tiempo que había querido. El presidente del Parlamento trató de entonces de quitar hierro al asunto y matizó que sólo le había invitado a que fuera concluyendo su intervención. Hormaechea le replicó en tono crítico e indicó que si se le hubiera advertido de que disponía de un plazo determinado habría puesto su reloj sobre el atril para atenerse a los minutos convenidos.
La expectación suscitada por el posible triunfo de la moción abarrotó ayer los espacios reservados a los medios de comunicación, ocupados por una treintena de informadores. Pero el conocimiento previo del desenlace de la votación, al haber anunciado los cuatro diputados tránsfugas su abstención, restó interés al debate. Varios miembros de la propia mesa presidencial de la Cámara centraron su atención durante largos minutos en la lectura de algunos periódicos que tenían ante sí. Jaime Blanco acudió a la sesión trajeado. Hormaechea lo hizo vestido más informalmente, con una cazadora azul sobre un jersey con cuello de pico, camisa y corbata.
A diferencia del candidato socialista, que rehuyó hacer declaraciones antes del pleno, Hormaechea se despachó a gusto. Consideró una nimiedad estar procesado por una contrata de vallas publicitarias, "cuando los españoles se enteraron de que el hermano de un ministro había sido el constructor de un pabellón de la Expo después de incendiarse. No dudó en atribuir la moción de censura a la pugna de los sectores guerrista y renovador del PSOE y pidió que desaparezcan de la escena política los comportamientos de Jaime Blanco y Alfonso Guerra. "Alfonso Guerra, que se vaya a Argelia o a Marruecos", dijo.
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