Civilización

Desde que el hombre dejó de ser animal se ha valido de los anima les, primero para atender necesidades primarias de alimentación, vestido y trabajo y luego para disfrutar caprichos de lujo y recreo indispensables en la vida civilizada, cuando no los extermina para que sea posible vivir civilizadamente. Incluso se da el gusto de protegerlos encerrándolos en llamadas reservas naturales. Si dejáramos de hacer nuestra voluntad con los animales seríamos tan incivilizados como los que dicen protegerlos. El ser humano rechaza ser "civilizado como los animales; ¿qué diría el autor de la idiota cancioncita si hiciéramos nuestras necesidades en los alcorques?Siempre ha habido ilusos que añoran la vida primitiva, pero, últimamente, aprovechando la Feria de San Isidro, la fiebre de regalos de Navidad y Reyes u otro pretexto, ha salido una raza de protohumanos zoófilos diciendo que "los animales también tienen alma", como si fuera seguro que la tengamos los humanos, al menos en sentido teológico. Mucho cuidado con este peligroso brote incivilizado. De momento atacan a la peletería y la tauromaquia, pero, si se salen con la suya, luego querrán privamos de calzado, almohadas de plumas y corbatas de seda. Y quién quita que también intenten suprimir insecticidas, raticidas y vermífugos para hacernos la vida más grata-