El IRA coloca bombas incendiarias en varios locales comerciales de Belfast
Diez locales comerciales y una biblioteca pública de Belfast, capital de Irlanda del Norte, sufrieron daños materiales a consecuencia de una sucesión de bombas incendiarias, presuntamente colocadas por el IPLA en la madrugada del Año Nuevo. Por su parte, los terroristas unionistas reafirmaron su derecho a la lucha armada.
El mensaje en defensa del mantenimiento de la lucha armada por parte del principal grupo terrorista unionista, los Luchadores por la Libertad del Ulster (UFF) llegó horas antes del estallido de la primera bomba incendiaria en Belfast.En un comunicado que responde parcialmente a la declaración de paz anglo-irlandesa del pasado 15 de diciembre, los activistas del UFF defendieron ayer su "derecho a responder militarmente en 1994" mientras continúen "la coacción política y el terror pan-nacionalista".
El mensaje' de los paramilitares unionistas llegó dos días después de la muerte de un soldado británico por disparos de un activista del IRA y horas antes del estallido de las bombas incendiarias que sembraron el desconcierto en la capital de Irlanda del Norte durante la madrugada del año.
Poco después de la medianoche, un artefacto hizo explosión en el centro de Belfast causando daños materiales a un establecimiento comercial. Era el primero de los objetivos económicos que recibió el impacto de las bombas incendiarias, presuntamente colocadas por el IRA. Desde entonces y hasta el amanecer, un total de 10 locales comerciales y una biblioteca se vieron afectados por este múltiple atentado. No hubo heridos, pero sí importantes daños materiales más la posible pérdida temporal de unos 200 puestos de trabajo.
"Ataque contra la economía"
El secretario de Estado para Irlanda del Norte, Robert Atkings, señaló ayer que el atentado es un "ataque contra la economía y la gente de Irlanda del Norte", pero rechazó identificarlo como una respuesta del IRA o su brazo político Sinn Féin a la declaración angloirlandesa. "Esperamos todavía una respuesta de Sinn Féin y debemos asegurarnos de que algún tipo de respuesta llegue lo antes posible. Las vacilaciones sobre la clarificación de la Declaración de Downing Street son tiempo perdido", aseguró Atkings.Este responsable británico en Irlanda del Norte evitó confirmar o desmentir los rumores que apuntan hacia la reanudación de las conversaciones secretas entre el Gobierno de Londres y el IRA. Tampoco respondió a las sugerencias sobre un encuentro, que podría celebrarse esta semana entre responsables gubernamentales británicos y miembros de Sinn Féin para aclarar el contenido de la declaración de paz.
Por su parte, los paramilitares del UFF hicieron pública su interpretación, ciertamente escéptica, del documento que presentaron conjuntamente los jefes de Gobierno del Reino Unido e Irlanda, John Major y Albert Reynolds, respectivamente, el 15 de diciembre.
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