Los socialistas pactan con Izquierda Unida sin poner en peligro sus acuerdos con el PP

Izquierda Unida y PSOE retomaron ayer en el Congreso el diálogo político sobre el llamado impulso democrático. En tres horas y media, acercaron posturas sobre algunos aspectos de la reforma del Reglamento del Congreso y fijaron un calendario para aproximar posiciones sobre la función pública, el pacto por la justicia, el Tribunal de Cuentas y los nombramientos en altas instituciones del Estado. El PSOE consiguió esta aproximación dejando claro que mantiene a toda costa el pacto conseguido con el PP la semana pasada sobre el Reglamento de la Cámara.

Con los populares el PSOE pactó la fórmula para crear comisiones de investigación y la no inclusión en el reglamento de la obligatoriedad de comparecencia periódica para el presidente del Gobierno. En estos dos puntos IU discrepa abiertamente, pese a lo cual Carlos Solchaga, presidente del Grupo Parlamentario Socialista, aseguró ayer que mantendrá sus acuerdos con el PP y que "no se va a mover de ese acuerdo".Las coincidencias con IU llegaron por otros caminos. Rosa Aguilar, portavoz del grupo parlamentario, explicó que se había logrado que el registro de bienes patrimoniales sea público en el futuro. También hubo acuerdo para eliminar el llamado sistema de cuotas en el nombramiento de cargos para órganos de las altas instituciones del Estado o, en la búsqueda de alguna fórmula para un mayor control por parte del Parlamento hacia el Consejo General del Poder Judicial

Alfredo Pérez Rubalcaba, ministro de la, Presidencia, explicó que en el resto de los temas se ha acordado trabajar durante el mes de enero de forma que, al reanudarse el periodo de sesiones en febrero, puedan valorarse las posiciones de IU y PSOE respecto a temas tan importantes como la Ley de Contratos del Estado, la reforma del Tribunal de Cuentas o la fórmula para los nombramientos en las altas instituciones.

Rosa Aguilar aseguró antes de comenzar la reunión que su grupo no se siente condicionado por los acuerdos previos entre PSOE y Partido Popular sobre el Reglamento del Congreso, ya que, en su opinión, "se trata de un principio de acuerdo entre dos grupos, pero que debe extrapolarse al resto de las fuerzas políticas".

Aguilar defendió la' idea de que en las cuestiones distintas al Reglamento no es posible un debate serio en una reunión de este tipo, sino que es necesaria la formación de grupos especializados que hagan propuestas técnicas muy concretas, pero que se sujeten a "plazos de tiempo razonables".

La reunión de ayer es la segunda entre IU y el PSOE. Hace dos semanas, los socialistas decidieron anular la que estaba convocada, después de que Anguita enviase a Felipe González una carta de contenido extremadamente crítico. La reunión de ayer, que se celebró en el Congreso, tuvo como representantes de IU a Rosa Aguilar, Diego López Garrido, Francisco Frutos, Mariano Santiso y Jordi Guillot, miembro de Izquierda per Catalunya. Por parte socialista acudieron Carlos Solchaga, presidente del grupo parlamentario; Alfredo Pérez Rubalcaba, ministro de la Presidencia, y Txiki Benegas, secretario de organización del PSOE.

Según Aguilar, la reunión fue posible porque el PSOE ha cumplido "los requisitos de rectificación" que IU impuso tras la ruptura por parte del PSOE de las conversaciones previstas hace 15 días. Aguilar aseguró que Pérez Rubalcaba solicitó formalmente por teléfono, el pasado día 23, que esta reunión se celebrase y lo pidió públicamente en la rueda de prensa del último Consejo de Ministros. IU había planteado estas exigencias tras la negativa socialista a reunirse con la delegación de IU.

Antonio Romero, diputado de IU, pese a que no integra la delegación negociadora, opinó que el PSOE "necesita imperiosamente la foto de esta reunión", ya que, según él, los últimos sondeos del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) han ofrecido una valoración muy negativa en importantes regiones españolas de la coalición que, de hecho, vienen manteniendo PSOE y CiU en el ámbito parlamentario. Según Romero, el PSOE necesita sacudirse la imagen de pacto unilateral con los nacionalistas catalanes y dar la sensación de que dialoga y consigue acuerdos con el resto de las fuerzas políticas.

El propio Romero protestó ayer airadamente porque el Gobierno ha respondido a una petición suya sobre los datos del barómetro del CIS del mes de octubre asegurándole que es n en proceso de elaboración. Para Romero, esto supone un auténtico "escándalo", por lo que anunció que pedirá el amparo del presidente del Congreso de forma que pueda tener acceso inmediato a los datos de ese barómetro, en el que, según él, pueden verse resultados muy adversos para la política de pactos del Gobierno.