Deprisa, deprisa

No resulta difícil encontrarles a diario por las calles sorteando los coches con gran habilidad. Se conocen perfectamente las mejores rutas de la zona de la ciudad en la que trabajan porque circulan con el tiempo en contra.Los motoristas que reparten pizzas a domicilio tienen que hacer las entregas en minutos, como prometen sus empresas, a pesar de los humos que se tienen que tragar y de algún que otro robo o caída.

En España, los responsables de las principales compañías de reparto de pizzas a domicilio aseguran que, a pesar de las prisas, hasta ahora no han tenido incidentes graves ni han tenido ningún juicio por atropello.

Teresa Tarazaga, jefa de comunicación de TelePizza, dice que "en los cinco años de existencia sólo hemos sufrido, como todas las compañías, algunas caídas o robos. Los motoristas conocen la ruta y controlamos en todo lo posible que lleven casco".

Esta empresa cuenta con 30 tiendas repartidas por la Comunidad de Madrid y otras tantas por las principales ciudades españolas.

"Los incidentes que sufrimos se reducen a las peticiones falsas de pedidos para atracar a los repartidores en los portales. Hay gente que llama diciendo que lleven cambio de 10.000 pesetas para robarles. En estos casos disponemos de seguros y la responsabilidad no es del empleado", cuenta un portavoz de Pizza Hut.

Los motoristas están asegurados por las empresas, que cuentan además con un seguro complementario de responsabilidad civil "porque siempre corren riesgos".

"En el último año", continúa el portavoz de Pizza Hut, "los motoristas han sufrido pequeños golpes al aparcar pero no se ha tramitado ningún expediente por atropello y ni siquiera hemos tenido juicios por golpes porque siempre se ha llegado a un acuerdo".