Degradación del toro bravo

Vistahermosa / Silveti,Gutiérrez, Manzur

Toros de Vistahermosa de justa presentación, mansos e inválidos. David Silveti: silencio en los dos. Jorge Gutiérrez: aviso y división silencio. Arturo Manzur, que confirmó la alternativa: ovación silencio.

Plaza Monumental México, 19 de diciembre. Tres cuartos de entrada.

VÁZQUEZ VILLALOBOS

La afición armó la bronca cíclica al observar la degradación del toro bravo. Los toros, en vez de embestir, rodaban por la arena. Fue un espectáculo vergonzoso, en el que la concurrencia agredía verbalmente al presidente y al ganadero.

David Silveti realizó su quehacer al segundo toro con voluntad y aplomo pero, por lo impedido del burel, pasó inédito. Se hirió en un dedo con la espada simulada y pasó a la enfermería. En el cuarto, sus deseos de agradar fueron inútiles pues arreció la bronca del respetable por la invalidez del manso, y abrevió.

Jorge Gutiérrez, a base de tenacidad y cruzándose, logró sacar embestidas al tardo tercero. Realizó un trasteo con templados naturales y derechazos. Al quinto lo lidió con acierto en medio de la protesta generalizada por el tullido morlaco.

Arturo Manzur tiene futuro. El toro de la alternativa se comía el engaño al principio de la faena y el artista exhibió su clase. Desafortunadamente, el enemigo se empezó a parar, pero el torero dejó ver su destreza. Ante la debilidad del último, la inconformidad del público se acrecentó y el novel matador despachó al mansejón para que se aplazara la gresca.