Un farmacéutico queda malherido por los disparos de un atracador

Miguel Ángel Fernández Cabada, de 40 años, propietario de la farmacia Central, de la glorieta de Santa María de la Cabeza, en Madrid, intentó calmar el pasado sábado a un atracador que entró en su establecimiento. Sus buenas intenciones no sirvieron de nada. Como respuesta recibió tres tiros, uno de los cuales le alcanzó de lleno en el estómago. Los médicos del hospital Doce de Octubre, en cuya unidad de cuidados intensivos (UCI) permanece ingresado, aseguraron al cierre de esta edición que su estado es crítico. La policía aún no ha identificado al autor de los disparos.

En el momento del atraco no había clientes en la amplia farmacia, situada en una zona muy concurrida, al lado del paso elevado de la glorieta y con varias entradas de acceso. El establecimiento, que el fin de semana ha estado abierto en turno de guardia, había sufrido ya anteriormente otro intento de atraco.

Los tres empleados de la botica se encontraban en el laboratorio o en un almacén interior. Eran las 13.40. Los trabajadores oyeron que el farmacéutico discutía con un hombre, al que le pedía que abandonara la farmacia mientras le decía que no le iba a dar nada. Cuando uno de los trabajadores acudió a ver lo que ocurría escuchó tres disparos consecutivos. El atracador disparó contra Miguel Ángel Fernández Cabada a una distancia de unos cuatro metros. Un proyectil se perdió en el fondo de la farmacia y el otro partió hacia la calle sin herir a nadie. Pero el último perforó el vientre del propietario de la farmacia.

El atracador salió del local sin botín. No logró ni dinero ni productos farmacéuticos.

Ingresado en la UCI

La víctima fue trasladada inmediatamente al hospital Doce Octubre con el cuerpo totalmente ensangrentado. Su estado ayer era crítico. Según el parte médico facilitado por el centro sanitario, el paciente tenía varias vísceras perforadas. Además, el tiro. le había seccionado la arteria renal izquierda, provocándole un choque severísimo.La policía todavía no ha conseguido identificar al autor de los disparos. Fuentes policiales indicaron, sin embargo, que el atracador es un hombre de mediana estatura, según declararon varios testigos. Otros precisaron, además, que los disparos salieron de una pistola y no de una escopeta. En el barrio de Embajadores, varias personas manifestaban que estos hechos se veían venir.

"En esta glorieta hay un grupo de personas que venden droga y gente muy extraña viene por el barrio", comentaba una señora que también se quejaba porque le habían robado una vez el bolso. Otro vecinos ratificaban que el barrio es cada vez más inseguro, debido a que merodean por sus calles numerosos jóvenes que acuden al parque de la glorieta de Santa María de la Cabeza y a las proximidades de la estación Sur de autobuses durante todo el día para comprar droga.