Las rebajas del GATT

Los agricultores y ganaderos de la Comunidad Europea deberán reducir sus exportaciones un 21% hasta el año 2000, sufrirán un aumento de las importaciones al recortar un 36% los aranceles, habrán de producir un 4% menos y vender también a precios un 13% más bajos que las cotizaciones actuales. Estas son a grandes rasgos las consecuencias más directas de la aplicación del acuerdo del GATT suscrito la semana pasada en Ginebra para la agricultura comunitaria. Se trata de una situación que además obligará a un nuevo esfuerzo financiero por parte de la CE para compensar a las explotaciones de cultivos como arroz, vino, azúcar o frutas y hortalizas, que actualmente no reciben ayudas directas y cuyos mercados van a sufrir en la misma medida que los cereales, leche y carnes los efectos de la liberalización comercial aprobada en el GATT.Las modificaciones, defendidas especialmente por Francia para flexibilizar los recortes a las exportaciones planteados por Estados Unidos, constituyen una mejora que alarga el periodo para reducir producciones, pero a medio plazo, se mantienen los mismos objetivos de las propuestas iniciales de Estados Unidos. Los sindicatos agrarios españoles coinciden en que los acuerdos 'pueden suponer mayores abandonos de tierras agrícolas que las previstas inicialmente por Bruselas y más cierres de explotaciones ante su imposibilidad para competir ante las nuevas circunstancias del mercado.

La agricultura ha constituido hasta última hora uno de los principales obstáculos para la firma del acuerdo GATT especialmente ante las exigencias francesas contrarias fundamentalmente a los recortes pretendidos por Estados Unidos para las exportaciones comunitarias. Existían justificaciones para la posición francesa. De las ayudas que llegan anualmente de Bruselas a Francia, más del 40% corresponden a restituciones para la exportación, mientras en el caso de España representan solamente el 11 %. Superado el obstáculo francés, a grandes rasgos, estos son los puntos claves del nuevo acuerdo en el GATT.

Reducción de exportaciones.

El acuerdo agrícola contempla una reducción de las exportaciones subvencionadas en un 21% entre 1995 y el año 2000. Inicialmente el preacuerdo de Blair House contemplaba que esa reducción se aplicase en base a las cantidades exportadas entre los años 1986 y 1990, lo que suponía una cifra de partida de 29,6 millones de toneladas en cereales. Las negociaciones finales en el GATT mantienen la reducción del 21% de las exportaciones pero tomando como base de partidas las ventas realizadas en la campaña 1991-92 que ascendió a 32,4 millones de toneladas. En otras producciones, como en vacuno donde las ventas en 1991/92 fueron muy elevadas, la base a partir de la cual se aplica la reducción se toma sumando las ventas entre 1986 y 1992. La Comunidad Europea logra con el nuevo acuerdo aumentar sus ventas subvencionadas respecto a las exigencias de Blair House en 8,1 millones de toneladas de trigo y harina, 102.000 toneladas de quesos, 44.000 toneladas de otros productos lácteos, 362.000 toneladas de vacuno, 253.000 toneladas de carne de pollo, 16.000 toneladas de huevos y 156.000 toneladas de tabaco. En el caso del vino, los nuevos términos del acuerdo suponen aumentar las posibilidades de exportación en seis años de 4,4 millones de hectolitros al computarse también las exportaciones de España y Portugal.

Reducción de ayudas para la exportación.

El preacuerdo de Blair House contemplaba una reducción de las ayudas a la exportación del 36% durante seis años tomando como base las ayudas concedidas entre los años 1986 a 1990. El acuerdo final contempla la base de ayudas concedidas en el periodo 1991-92 si son superiores ala base anterior.

Ayuda interna.

El acuerdo final se mantiene en los mismos términos del preacuerdo de Blair House, lo que supone una reducción del nivel de ayudas del 20% calculándose globalmente sobre todos los productos y no individualmente. En esa reducción- no entran las subvenciones directas a la explotación contempladas en la reforma de la Política Agrícola Común aprobada en 1992.

Cláusula de paz.

El acuerdo final contempla la llamada cláusula de paz por la que se fija el compromiso de no poner en cuestión las condiciones de la Política Agrícola Común durante un periodo de nueve años en lugar de los seis previstos inicialmente.

Reducciones arancelarias para la importaciones.

Las reducciones arancelarias para las importaciones se mantienen como en el preacuerdo y ascenderán al 36% sobre la base de las existentes entre los años 1986 a 1988 para su aplicación un periodo e seis años. En cualquier caso, la reducción mínima para un producto no podrá ser inferior al 15%. Para producciones como frutas y hortalizas y azúcar esa reducción será del 20% en seis años.

En las negociaciones finales de la Ronda Uruguay se han introducido importantes concesiones comunitarias entre las que destacan las siguientes: los espárragos pasarán de un arancel actual del 16% al 10,2% en el año 2000. La almendra de cáscara del 7% al 3,5%; las nueces de cáscara (californianas en especial) del 8% al 4%; las nueces sin cáscara del 8% al 5,l%; la uva de mesa, según periodos, baja su arancel del 18% al 11,5% y del 22% al 14 l%; las manzanas, también según. periodos, bajan del 14% al 9% y del 8% al 4%; las almendras tostadas bajan sus aranceles en seis años del 14% al 9% y del 16% al -10,2%; mientras, el zumo natural de naranja lo hace desde el 19% hasta el 12,2%. En carnes, varios tipos de hígado bajan su arancel del 7% al 0% y la conservas de carne de pavo pasan del 17% al 8,5%.

Acceso al mercado comunitario.

Con carácter general se mantiene el compromiso de la Comunidad para que las importaciones supongan de entrada el 3% sobre el consumo base entre los años 1986 a 1988. No obstante esas condiciones generales, se contemplan importaciones con derechos arancelarios reducidos para 28 1.000 toneladas de trigo y 78.000 toneladas de diferentes carnes entre las que destacan 18.000 toneladas de vacuno y 33.600 de porcino, 69.000 toneladas de leche desnatada, 208.000 toneladas de huevos y 104.000 toneladas de quesos. En las negociaciones últimas la Comunidad Europea hizo nuevas concesiones para importar 39.000 toneladas de porcino con arancel reducido y para pequeñas partidas de queso cheddar y mozzarella.

. En cuanto a la importación de productos sustitutivos de cereales, se ha llegado a un compromiso para resolver las diferencias de forma amistosa. La CE teme la invasión de estas materias primas.

Fuera de la Ronda Uruguay, como acuerdo bilateral entre EE UU y la Unión Europea, se halla el compromiso arrancado por Washington para que los Doce limiten la superficie dedicada a girasol a partir de la próxima campaña a 5.128.000 hectáreas, lo que va a suponer un nuevo recorte en las posibilidades de cultivo.

En relación con el preacuerdo de Blair House la principal novedad del acuerdo final GATT es la posibilidad de mantener durante unos años mayores exportaciones subvencionadas. Se trata de una medida positiva especialmente para Francia, principal exportador. Para España, sin embargo, el efecto positivo es indirecto en cuanto que eliminar excedentes del mercado comunitario es evitar también que esas partidas hundan el mercado español.