La oposición a Yeltsin tendrá mayoría en la Duma

La oposición al presidente Borís Yeltsin tendrá mayoría en la Duma (Cámara baja) elegida el domingo por los rusos, según indican los últimos datos disponibles anoche. Todos los reformistas, si se unen, lograrán formar un bloque de 150 diputados, un tercio de los 450 del total. Los cuatro grupos reformistas juntos han conseguido unos pocos diputados más que el bloque de izquierda formado por comunistas y agrarios. Pero si a los 140 diputados izquierdistas se suman los 70 del partido ultranacionalista de VIadimir Zhirinovski, el predominio de la oposición se hace incuestionable. Así se perfila la Cámara tras sumar a los elegidos directamente en circunscripciones por el sistema mayoritario los diputados atribuidos a los partidos por el sistema proporcional.

Aunque el tedioso recuento proseguía ayer, los datos oficiosos difundidos por los propios partidos confirmaban que el grupo de Zhirinovski ha obtenido muy pocos escaños (un máximo de 10) en el recuento de las circunscripciones. De esta manera, pese a obtener el 23,4% de votos populares, sólo ha conseguido unos 70 escaños en la Cámara baja poco más del 15%. Este desfase se debe a que sus candidatos individuales eran muy poco conocidos y apenas fueron votados.Por el contrario, tres partidos han visto mejorados sus resultados gracias a los diputados elegidos directamente: la gubernamental Opción de Rusia, que se atribuía ayer un total de 93 escaños; el Partido Comunista de Rusia, que afirmaba tener un mínimo de 84, contando los independientes apoyados por él, y el Partido Agrario, que se adjudicaba al menos 57.

Si a los escaños de Opción de Rusia se suman los de las otros tres grupos reformistas -el Yavloko de Grigori YavIinski, la Unidad y Concordia del vicejefe del Gobierno Serguéi Shajrái y el Movimiento para las Reformas Democráticas-, los reformistas se sitúan en torno a los 150 diputados. Frente a ellos, un bloque de envergadura similar formado por comunistas y agrarios, que superan los 140 escaños. Los grupos centristas de oposición -Unión Cívica y Partido Democrático- tienen al menos 31 escaños, y Mujeres de Rusia, el grupo sorpresa, se sitúa en 24.

Anoche todas estas cifras eran oficiosas y susceptibles de modificaciones, dado que ningún organismo oficial autorizado había difundido aún ningún resultado provisional que incluyera datos de las circunscripciones elegidas por el sistema mayoritario. Algunos representantes de partidos de oposición mostraban su extrañeza por la falta de datos globales precisamente de Moscú y San Petersburgo, los dos principales centros urbanos de Rusia, donde teóricamente el recuento debería haber sido más rápido. Desde la misma madrugada del domingo, la difusión de cifras ha estado sometida a un férreo control y desde el martes se dan a conocer con cuentagotas, lo que ha provocado ya algunas filtraciones incompletas e interesadas.

Con la suma de los escaños mayoritarios, el descenso relativo de Zhirinovski rebaja el color ultranacionalista de la Duma, pero no el predominio de la oposición: la suma de nacionalistas radicales, comunistas y agrarios se aproxima mucho a la mayoría absoluta y la supera claramente, si a ellos se unen los obtenidos por Unión Cívica y el Partido Democrático, ambos en la oposición a la política de Yeltsin. Por el momento, Opción de Rusia ha intentado romper este frente opositor proponiendo una alianza antifascista que incluya a los comunistas y aísle a Zhirinovski. El Partido Comunista ha rechazado de momento la propuesta.

Política de pactos

Esta correlación de fuerzas hará muy difícil el desarrollo legislativo de las reformas, aunque la derecha democrática confía en que una adecuada política de pactos con grupos centristas e incluso de izquierda permitirá impedir que salgan adelante las iniciativas mas radicalmente ultranacionalistas. El Consejo de la Federación (Cámara alta), repleto de altos dirigentes regionales en muchos casos fieles al presidente aunque no sean de Opción de Rusia, contribuirá también a atemperar los eventuales excesos de la Duma. Por encima de todos ellos está Borís Yeltsin, con las amplias facultades para gobernar por decreto que le concede la Constitución aprobada por los pelos el domingo.Un portavoz presidencial, Anatoli Krasikov, subrayó la voluntad de Yeltsin de mantener el proceso de reforma económica pese a los resultados electorales, aunque no ocultó que se iban a producir cambios en el Gobierno y en su política, dentro "del rumbo de la reforma liberal y democrática".